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La boda fue un sueño, encantador y precioso.

Donde todo fue posible por un rato, como en el ballet.

Interpretó un papel y se perdió en él por unas horas.

Pero como siempre, la realidad volvió de golpe, en cuanto Seokjin y Namjoon subieron a ese tren que los llevaría a su luna de miel en algún lugar del norte.

Y él y Yoongi volvieron a su diminuto departamento a su dura realidad.

El sol no había salido, pero Yoongi ya estaba despierto.

¿Por qué? Porque era notaría la ausencia de Jimin en la cama, y podía escucharlo claramente ensayar en su sala.

Por más que lo intentara, practicar en sus pisos viejos no era nada silencioso. A cada paso había un crujido, que hacían eco entre las paredes y ponían todos su sentidos alerta.

Y Yoongi se moría de sueño, claro que lo hacía, pero que podía decir ¿No practiques? ¿Deja de lado las audiciones?

Jimin quería un protagónico, Jimin merecía ese protagónico. Pero no pasaría si no practicaba.

Así que solo pudo gruñir y sentarse en la cama, viendo a la pared frente a él.

Estaba frustrado, estaba cansado y había en su mente mil cosas.

Tenía que trabajar en unas canciones, avanzar lo que pudiera por su cuenta mientras Namjoon no estaba. Tenía que hacer cuentas, y tenía el otro asunto.

Esperar una carta del Vizconde Choi y saber qué pasaría con su herencia.

Herencia de la cual desconocía la cantidad o valor de esta. Pero conocía a Taemin, era mucho más que simples instrumentos o un par de billetes.

Bien tenía una parte equitativa, como cualquier hijo de los Lee. Y se le fue arrebatada sin siquiera comentárselo.

Aún sentía su sangre hervir ante esto ¿Tanto lo odiaba Sunmi?

Que sus hijos no fueran lo suficientemente interesantes para Taemin no era su culpa. Que ella no fuera lo suficientemente interesante no era su culpa.

Él había nacido especial, y parecía que esa mujer nunca pudo superarlo, con su estupido dinero pero siempre ordinaria.

Estaba celosa, y había decidido joderle la vida así como así.

Le había dejado sin un centavo a su nombre, después de no dejarle despedirse de él hombre que había sido otro padre para él, incluso más importante que su propio padre.

Nunca había sentido tanto odio y rechazo hacia una persona.

Y tenía que actuar, porque aunque el vizconde tuviera buenas intenciones, Lee Sunmi era relevante en Bath.

Siempre le creerían a ella, la favorecían a ella.

¿Qué esperanzas tenía? Se sentía atrapado.

Pero Yoongi no era de los que se rendían.

Algo se le ocurría. Cualquier cosa.

 Cualquier cosa

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Music of the Night <Yoonmin>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora