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Yoongi no pudo dormir todo el camino, y apenas descansó en la casa del vizconde Lee.

Toda la noche se quedó mirando el techo rosado de aquella gran casa. Jugando con la tela costosa de las sábanas.

Pensando.

Había vuelto a Bath después de casi todo un año, y seguía siendo el mismo lugar.

Todos le saludaron con gusto al saber que estaba en la ciudad, tenía una invitación a cada reunión de la ciudad, y todos hablaban del gran chico que era.

Allí era alguien, el entretenimiento de todas esas personas adineradas.

Yoongi les parecía fascinante, con su humilde infancia, su gran talento y su historia con Taemin.

Taemin lo había formado bien, educándole y enseñándole cada truco para encantarles, hacer que su falta de dinero pasara desapercibida.

Pero últimamente Yoongi se estaba cansando de esos juegos.

Quería ser tomado enserio, no ser tratado como una mascota.

A veces sentía que la única diferencia entre él y un elefante de circo, era que esas personas no tenían que pagar tanto por su tiempo.

Esa herencia era la clave.

Cuando él pudiera sentarse en la mesa, no como invitado, si no como un inversor más, los papeles darían la vuelta.

Con Taemin había aprendido mucho, y su círculo social le enseñó algo clave, el dinero podía comprar todo.

Realmente cualquier cosa.

Un título, respeto, amor, lo que fuera.

Si todos podían jugar sucio ¿Por qué él no?

Ya se había hartado de ser un caballero pidiendo todo por favor y con trabajo duro.

Esto era cosa de una vez.

Usaría un truco solo esta vez, se pondría a mano con Sunmi y el mundo. Después de eso seguiría siendo el hombre educado y honesto que Taemin y sus padres confiaban que era.

Que Jimin y todos a su alrededor creían que era.

Miro la gran casona frente a él, exactamente igual de como la dejó.

Pero apenas le dejaron entrar y le dijeron que esperara por la señora de la casa, pudo ver como Sunmi había hecho de las suyas.

Las cortinas ahora pastel, pinturas nuevas en el lugar, una alfombra que Taemin habría odiado sin duda.

¿Tan siquiera había lamentado su muerte?

Sintió su estómago revolver cuando lo guiaron por la casa.

Y todo se volvió peor cuando lo dejaron entrar a la su antigua sala de música.

Nada estaba.

Todos los instrumentos se habían ido, incluso su preciado piano.

Su piano, era él único que lo tocaba, era suyo.

Y Sunmi se había deshecho de él.

Había arrancando a Taemin del lugar, y le estaba haciendo mirar.

"Que sorpresa"

Apretó los dientes ante la voz de la mujer, volviéndose lentamente a ella.

"Me dijeron que estaba por la ciudad, pero no creí que vendrías"

Yoongi se obligó a si mismo a hacer una reverencia corta.

Ambos se miraron por unos segundos antes que Sunmi alzara la voz.

Music of the Night <Yoonmin>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora