La traidora

Capítulo 8

En ese momento sentí que ya no podía más, un instinto asesino recorría mi cuerpo, y las ganas de acabar con la vida de esas tres se hacía cada segundo que pasaba más grande.  Mientras yo me quedaba viéndoles desde la puerta, ellas grababan "Tiktoks" con el móvil. 

Me acerqué lentamente y me escondí detrás de un banco. Max dijo que tenía que ir al baño; Genial- pensé yo. Esa era la oportunidad perfecta para matarla. Como ella no me veía, la empecé a seguir hasta el baño, que tonta por su parte de que no se diera cuenta de que la estaba siguiendo.  Cuando entró a la primera cabina la esperé fuera, sin hacer ningún ruido. 

Cuando Max salió del baño, le tape la boca con mi mano, para que no gritara, y le dije:

- Shhh; ya podrás burlarte de todas en el infierno.- en ese instante rocé mi cuchillo por su espalda y se lo clavé hasta que atravesó todo su cuerpo. La sangre recorría mi mano, y me encantaba ver la cara de miedo que dejó en su cara. 

Cogí una bolsa de basura que guardé en mi bolso, y metí a Max dentro. Después, me i cuenta que debajo de la ventana del baño estaban los cubos de basura,así que tiré el cadáver de Max desde la ventana.

Nadie sospechaba de mi, así que aproveché la oportunidad, para acabar con Grace y Katy. La cosa es que debía encontrarlas, y tenía miedo de que si le preguntaba a algún adulto donde estaban, pensaran que les iba a hacer algo.  Entonces le dije a mi madre:

- Oye mamá, para airear un poco de tanta presión, puedo ir a dar una vuelta?

- Claro que si hija- me dijo- ¿Quieres que te acompañe?

- No mamá, no te preocupes- dije- Tu quédate, emm.. aquí hablando con los demás

- Valee...- dijo un poco desconfiada.

- Chao mami! 

Me alejé de ellos y fui hasta el kiosko, en el estaban Katy y Max saliendo este. Las veía demasiado felices, pero mejor, me gustaba que mis victimas estén calmadas, así atraviesa mejor el cuchillo por la piel.  Luego las dos se fueron al baño de la cafetería, de seguro iban a grabar "Tik Toks", bien serán lo último que hagan. 

Me acerqué al bar, y mientras una estaba en una cabina la otra se maquillaba, Katy se ponía rimel en los ojos y me dijo:

- Oye loser, que pasa¿Te has enfadado por que tu amiga murió? jajaja.

Me enfadé que perdí la cabeza, disimule y dije:

- Oye Katy, el negro te sienta muy bien, pero creo que deberías probar el rojo..

- ¿Qué?

En ese momento saqué el cuchillo y se lo clave en el pecho, haciendo que gritara y la sangre cayera por todo su vestido.

- Mucho mejor así- dije sonriendo.

- Max..- le dije- ¿Tu también quieres probar?

Max gritó aterrada; en ese momento le puse en la cabeza la pistola y le dije:

- Por fin Max, cobraré venganza,- le susurré- Espero que te diviertas en el infierno  

En ese momento le disparé y al fin se cayó, alguien le pegó a la puerta y mi madre y todos entraron, incluyendo el camarero. 

- ¡HIJA QUE ESTAS HACIENDO!- gritó mi madre a puro pulmón

- ¡NOOOOOO MI NIÑA!- grito la madre de Max

Todos empezaron a gritar y a llorar, se oyeron unas sirenas de policía y yo los miraba con una sonrisa, me empecé a reír de lo estúpidos que eran todos. Me rajé una sonrisa con el cuchillo y grité:

- ¡COMO SIGÁIS ASÍ OS RAJARÉ A TODOS EL ESTÓMAGO Y OS SACARÉ LOS ÓRGANOS!

Mi padre me tomó de los brazos y un policía me puso las esposas. Me sentaron en el coche y nos fuimos. Me llevaron a la cárcel y quedé sin palabras, sabía que si decía algo me iban a matar, así que esperé. 

En la cárcel donde me metieron no había nadie. Pasaron las horas y me dieron de comer sopa que parecía sacada de la basura.  De repente, me llevaron a una sala con teléfonos. Al otro lado del cristal estaban mis padres llorando. Me cayeron unas lágrimas y mi madre simplemente dijo:

-¿¡POR QUÉ HIJA?!-

- Lo siento mamá, pero merecían morir

- Esto no te lo vamos a perdonar- dijo mi padre- ¿De donde sacaste el arma, CONTESTA!

Me quedé callada, y solo pregunté 

- ¿Me van a matar mamá?

Los dos se levantaron sin responder y hablaron con el policía. ¿Estarían planeando mi muerte?; pensé No, no creo, mis padres no harían eso ¿verdad?

Un policía me agarró del brazo y dijo sosteniendo una porra: 

- Lo siento niña

Antes de poder reaccionar me dieron tremendo golpe en la cabeza. Vi como me caía al suelo y todo era borroso, cerré los ojos y dejé que pasara lo que tuviera que pasar.

Abrí los ojos y estaba en el hospital, mis padres hablaban con una enfermera, yo mientras estaba atada a una camilla, yo apenas podía oír lo que decían, el golpe de antes fue tan fuerte que había afectado a la mayoría de mis sentidos.  Mi padre se agachó a mi y me susurró:

- Lo sentimos hija.

Se me heló la sangre, ¿Me iban a matar? ¿Qué quería decir con eso? Tenía muchas preguntas y ninguna respuesta, me dolía todo, no me podía mover, y ningún sonido salía de mi boca. Mis padres salieron de la sola y la enfermera y yo quedamos solas. Si ella me iba  matar sabía que yo debía matarla a ella primero; pero en vez de eso me pusieron unas vendas en los ojos.

Note como me quitaban la ropa y me ponían un traje frío luego cogieron las manos y me las ataron atrás de la espalda con unas cintas. Me condujeron hasta una furgoneta blanca, pero antes me pusieron una cinta en la boca.

¿De que se trataba todo esto? ¿Acaso me iban a secuestrar? No tenía ni idea de que me iban a hacer, solo sabía que mi historia no iba a tener un final feliz.