Tómate un descanso en mis cálidos brazos

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Al día siguiente despertó atrapado en un cálido campo que eran los fuertes brazos de Hyunjin, este parecía dormir profundamente con su cara escondida en su pecho y haciendo de cuchara grande en aquel abrazo que lo tenía inmovilizado. Tuvo un breve dejavu recordando la noche que pasaron juntos hace menos de una semana.

Hyunjin parecía demasiado cansado siempre que lo veía, le tranquilizaba saber que al menos en este momento podría descansar.

Y le incomodaba tener que despertarlo siendo que lucía tan lindo así dormido pero si no lo hacía, su familia creerían cosas en las que no quería pensar ahora.

Cuando intentó levantarse, Hyunjin lo sostuvo con más fuerza impidiéndole alejarse, resopló mirando al dormido hombre.

—Eres un abrazador intenso cuando duermes. —murmuró picando su mejilla.

⛄️⛄️⛄️

La cocina de su madre siempre olía delicioso, en cuanto bajaron sus estómagos rugieron hambrientos por aquellos panqueques que humeaban sobre la mesa.

—Buenos días. —saludó tomando asiento agradeciendo a Hyunjin el gesto de sacarle la silla.

Todos saludaron alegremente y en ese momento Felix junto a Changbin también se unieron a la mesa.

—Muchas gracias señora Yang, todo se ve delicioso.

Hyunjin había encantado a su familia tan pronto dio un paso dentro de su casa. Era el tipo de hombre que querrías para tus hijos.

Demasiado fácil de querer.

Su madre era un caso aparte, sin embargo.

—¿Y como se conocieron? Eres un poco mayor para Jeongin, me parece. —preguntó interrumpiendo la charla que Hyunjin mantenía con su padre y Changbin.

Rodee los ojos ante su comentario malintencionado.

—Tengo 28 años, mamá. Solo nos llevamos 4 años. No exageres. —dije tenso sabiendo por donde se iría este tema.

—Bueno pero es que con Dongsu-. —casi se me cae el vaso de la impresión, Hyunjin buscó mi mirada preocupado.

—¡Mamá! —regañó Felix exaltando a todos en la mesa al verse tan molesto. —No hables de ese tema por amor a Dios ten un poquito de respeto por la pareja de tu hijo y tú hijo. —dijo más calmado. —lo siento, Hyunjin. —se disculpó evidentemente avergonzado.

Me sorprendió la reacción de mi hermano pero le agradecía enormemente, sentía mi voz demasiado inestable como para decir algo.

La presencia de Hyunjin a su lado se sentía como un salvavidas.

—Está bien, no pasa nada. —respondí de la forma más tranquila posible, Jeongin seguía tenso por lo que con cuidado puse mi mano libre sobre su pierna interrumpiendo su tic nervioso, apreté suavemente más arriba de su rodilla y acaricié con mi pulgar, no tuve que mirarlo para saber que la tensión había disminuido de sus hombros. —Nos conocimos en un bar. No es la historia más romántica del mundo pero si uno de mis recuerdos favoritos. —Jeongin me miraba atentamente tan interesado en la historia como el resto. —Ambos estábamos solos y Jeongin se veía tan deslumbrante que en cuanto dio un paso dentro del local no pude dejar de verlo y. —me encogí de hombros sin poder ocultar mi sonrisa. —Sabía que sería un error si no me acercaba a hablarle.

—Eso es tan bonito, ¿Que paso después? ¿Qué hiciste tú, Innie? —preguntó emocionado el pecoso. Changbin se rio a su lado pero lo disimulo fingiendo toser.

Mire por un instante a Jeongin viendo lo rojo que ya se encontraba, sonriendo entrelazó su mano con la del menor.

—Fue una conexión instantánea y a los días ya estábamos saliendo. —evité responder la pregunta del pecoso.

24 to 25 || hyunin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora