vii

9 3 0
                                    

Hayley

Oliver siempre necesita que alguien lo despierte o perderá su trabajo por segunda vez.

–Oliver, es tarde, levántate ya.-Me da la espalda y se esconde bajo el cobertor.–Oliver–Me quejo.

–¿Qué hora es?–Apenas entiendo lo que murmura.

–Ya son las ocho, te van a regañar.

–Mierda, mierda, hazte a un lado.–Se levanta más rápido de lo que esperaba y  se mantiene unos segundos tratando de estabilizarse, creó que se mareo.

Ups

Busca su celular debajo de las cobijas, y cuando lo encuentra después de unos segundos, verifica la hora y me mira mal.

–Son las seis, ash.

Ups

                                   ☯︎︎

                                  
8:00a.m.

–Buenos días–Me saludan mis amigos del trabajo y les devuelvo el saludo, los extrañé.

–Malos, porque los veré todo el día.

–Callate y ponte a trabajar.–Contesta una de mis amigas, de las pocas que tengo en esta ciudad.

–Voy, voy.–Me agarro el cabello con una pinza y me meto al mostrador.

Alexandra es mi amiga desde hace unos meses, nos conocemos hace 10 meses, sin embargo nunca llegamos a conocernos más allá de solo saludarnos.

Hasta hace siete meses, en una reunión de compañeros de trabajo, que se convirtió en borrachera. Ella estaba hablando con alguien por teléfono, se le notaba que estaba ebria, lanzaba algunas maldiciones y luego se quedaba callada unos segundos, me acerque a ver si todo estaba bien y en cuanto me vio sus ojos se pusieron llorosos, le deslice lentamente su celular para que colgara, lo hizo y se puso a llorar inmediatamente.

La abracé, ¿Qué más hacía? Todos nuestros compañeros voltearon a vernos y la lleve al baño para que llorase agusto, lo cuál me agradeció.

Le ofrecí tomar un taxi juntas, para que no se fuese en ese estado, pero ella me preguntó que si podíamos ir a mi casa.
Le dije que sí, llegamos a mi departamento y Oliver me miro con cara de wtf pero le pedí que guardará silencio.

Esa noche Alexandra me contó la historia de su ex novio y como terminó todo en esa llamada, vómito el baño y el lavabo y volvió a llorar... vimos una película que se quedo a la mitad porque nos quedamos dormidas y desde ese día nos tomamos confianza. Buena anécdota.

–¿Cómo estuvo tu fin de semana?

–Bien, ¿Qué me dices del tuyo?–Alexandra alzó sus cejas varias veces, ella sabe que soy apostadora, no conoce todas mis técnicas, pero sabe que el dinero extra que recibo, y que es más que mi salario aquí, no es ético.

–Este fin de semana estuvo aburrido, normal.–Ya que lo único que hice fue estar en casa.

–Deberíamos hacer algo divertido el fin que viene, algo nuevo...–Mira hacia arriba y se hace la pensativa.–Deberíamos ir a un casino.–Me mira sonriente, más de lo normal, y veo en sus ojos la travesura.

–Mhm, eso sería algo nuevo.–Recuerdo a velocidad luz que el sábado se festeja Alysa–Pero estoy ocupada el sábado.

–El viernes entonces–Se encoge de hombros y yo le confirmo asintiendo.

                                  ☯︎︎

Estoy limpiando las mesas que se encuentran fuera de la cafetería, la gente disminuye y apenas queda luz natural en el cielo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 17, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

CASINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora