La Flama (MEENBABE)

Capítulo final

Preeda estaciona su carro cerca del callejón que conduce al Onix. Es lunes, sabe que hoy no hay movimiento en el bar, pero a él le gusta pasar su tiempo libre en su oficina y sabe que ahora es un buen momento para estar ahí. La soledad de su departamento lujoso lo agobia. Mete la llave en la cerradura de la puerta de emergencia, pero antes de abrir una voz lo detiene.

— Eras un niño cuando mi hermanastro y yo te encontramos robando en nuestro bar ¿recuerdas?

Preeda se gira para ver a Somchai caminar hacia él.

— Ustedes eran solo unos adolescentes también, aunque siempre se han visto más grandes.

— ¿Sabes? Aquella vez Sunam dijo que te cortáramos las manos para que aprendieras a no robar, pero yo salí en tu defensa, vi potencial en ti, tenías hambre de salir adelante como fuera.

Jamás sintió ningún tipo de afecto por los hermanastros, a lo mucho siempre les agradeció que le dieran la oportunidad de trabajar para ellos, pero Preeda esta consiente de que se aprovecharon de su situación precaria para enredarlo en su mundo. De haber tenido una mejor oportunidad, él no estaría con ellos.

— ¿Por qué me dices esto? —Pregunta muy serio.

— Porque los papeles se han invertido, mi hermano cree que podemos seguir confiando en ti, pero yo ya no estoy tan seguro.

El ambiente de pronto se vuelve pesado. Somchai se acerca a Preeda y le ajusta el cuello de la camisa.

— Ayer fuiste a hablar con esa mujer ¿verdad?

Preeda no responde, en el fondo esperaba eso, solo deseó tener un poco más de tiempo para intentar arreglar algunas cosas.

— No van a lograr salirse con la suya.

— Ya veremos.

Preeda siente un dolor profundo en el estómago que rápidamente se extiende por toda el área abdominal. Toma a Somchai de las solapas de su traje y lo mira con sorpresa y enojo. Sus piernas ya no son capaces de soportar el peso de su cuerpo y se desliza lentamente hacia el suelo. Lleva sus manos a su estómago y estas se empapan de sangre enseguida. Piensa en su hermana mientras ve las piernas de Somchai alejarse del callejón.

— No es necesario que estes aquí seguro tienes cosas qué hacer.

— Ah, pero me alegra estar aquí viéndote trabajar.

La bailarina había insistido en no dejar a Meena sola en ningún momento. Luego del "accidente" con el coche y de su platicar con Preeda, está preocupada por ella y no quiere apartarse de su lado, menos ahora que está completamente segura de lo que siente por ella.

— ¿Has pensado qué harás ahora que ya no trabajas en el Onix?

— Hablas cómo si todos nuestros problemas estuvieran resueltos y solo nos quedara pensar en el futuro.

— Tengo confianza en que así será —Dice Meena como recordando algo — entonces cuéntame ¿qué planes tienes?

No es algo a lo que le ha dedicado el suficiente tiempo, pero Aoom sabe que definitivamente no buscará otra trabajo igual al del Onix, claro que le gusta bailar, pero por encima de todo desea que Meena se sienta orgullo de ella. Orgullosa de presentarla con su madre, con sus amigos y de ser su compañera en los eventos importantes.

— Algo debe salir en el modelaje, debido a mi trabajo anterior no había podido dedicar el tiempo suficiente para buscar una agencia seria, tal vez ahora pueda.