Era domingo por la mañana, una mañana hermosa daba inicio en las calles de aquel reino que llenaba de alegría a todas las tierras vecinas, eran apenas las ocho de la mañana, pero las calles estaban repletas de personas y comerciantes haciendo sus actividades habituales.
Risas y música era lo que se escuchaba por todos lugares, no era mentira que el reino de Hyrule era conocido por la hermosa armonía y vibra que emanaba el lugar con tan solo poner un pie dentro de sus horizontes. Las personas bailaban, los niños corrían, todo era paz gracias al gobierno de una de las deidades más poderosas de todos los tiempos, el reino estaba más que agradecido ya que sin está, su vida no sería posible como la conocen.
Los habitantes eran amables, serviciales, valientes, todo parecía un cuento de hadas, sin ninguna preocupación y sin ninguna señal de que algo podría salir mal, eran despreocupados y felices... Excepto por un chico en particular que como cada domingo acudía al mercado a vender su mercancía... Nuevamente estaba llegando un poco tarde a una entrega.
—¡Lo siento! ¡Con su permiso! ¡Estoy pasando! — gritaba con nerviosismo mientras trataba de esquivar a las personas a su alrededor.
El castaño corría un tanto apresurado mientras cargaba una canasta llena de sus productos que el mismo realizaba en la granja donde trabajaba. Sus pasos resonaban por el pavimento de aquel reino y de vez en cuando eran torpes a la hora de esquivar a alguna que otra persona.
— ¡Ten más cuidado!
Después de algunos minutos logro llegar a su destino, la tienda del señor Quino, un hombre de edad avanzada, regordete, muy amable y carismático.
La campana de aquella puerta sonó dando aviso de su llegada y la mirada del hombre que estaba detrás del mostrador se llenó de alegría al ver al chico.—¡Por la Diosa Hylia! ¡Es mi pequeño Niall! — soltó una risa el hombre mientras levantaba sus manos para darle la bienvenida al castaño.
— Se-Señor Quino, buenos días — saludo con una pequeña sonrisa el chico — Eh traído su encargo.
— ¡Ya era hora! ¡No sabes cuánto me han estado pidiendo el queso y la leche que tú granja produce! ¡Un éxito rotundo!
El chico camino hasta quedar frente al mostrador para quitar su canasta de la espalda, mientras lo hacía el hombre lo miraba emocionado, el también había tenido el gusto de probar sus productos y le resultaban sumamente deliciosos.
— ¿Cómo ha estado la señora Eli? — pregunto apenas audible el castaño mientras comenzaba a sacar la mercancía para ponerla en el mostrador.
— Oh, mi amada Eli está teniendo una recuperación bastante favorable Niall, mis hijas la han estado cuidando perfectamente — el hombre se recargo en el mostrador mientras soltaba un pequeño suspiro — La Diosa nos ha dado un pequeño remedio para poder sobrellevar la enfermedad.
Niall miro al hombre atentamente, todos los días escuchaba hablar de la diosa, pero jamás la había conocido, las personas la idolatraban, y no era para menos, gracias a ella podían tener una vida sin preocupaciones.
— Me alegra que la señora Eli este mejorando... Espero que se recupere pronto, muero por probar ese pastel de queso que tanto me gusta... — las mejillas del castaño se sonrojaron.
Niall era un chico de pocas palabras, pero al estar en compañía de alguien de confianza podría hablar hasta por los codos, atesoraba los momentos en que no estaba en la granja.
— ¡Jo! ¡Pero claro que sí pequeño! — dijo el hombre mientras movía tiernamente su bigote blanco — Yo personalmente le diré a mi amada esposa que prepare cientos de pasteles solo para ti.
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°•Nuestra Leyenda•° ●𝓛𝓲𝓷𝓴 𝓨 𝓣𝓾●
Acakᴅᴏ ʏᴏᴜ ᴡᴀɴᴛ ᴛᴏ ʜᴇᴀʀ ᴀ sᴛᴏʀʏ..? -○-○-○-○-○-○-○-○-○- 𝐈𝐍𝐈𝐂𝐈𝐎́: 25/𝐉𝐮𝐧𝐢𝐨/2020 𝐓𝐄𝐑𝐌𝐈𝐍𝐎́: ?....