Egoista (Strophaia X Akuma-Kun)

Capítulo 6

Ichiro era un caos... mentalmente hablando ya que su mirada lo único que refljaba de su sentir era el desconcierto en sus pupilas.

Cuando Mefisto y Akuma-kun habían regresaron a la sala de espera buscaron al ángel con la mirada en el asiento donde lo habían visto la última vez, pero solo había un montón de envolturas y una caja de poky medio vacía.

-Akuma-kun -Lo llamo Mefisto. -invócalo.

Había olvidado que podía hacer eso.

-Strophaia ven. -Pero no aparecía. -¡Strophaia!

-¿Te está ignorando?

-No, no se puede resistir al contrato.

No debió dejarlo solo.

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-Strophaia... otra vez estás haciendo eso con tus ojos... te he dicho que es asqueroso.

Aquello frente al ángel de cabello rojo, no era ni más ni menos que su igual, o algo así, un ángel, su cabello era rígido y casi metálico, usaba ligeras telas para cubrirse, y en su rostro predominaba un solo ojo intimidante, lo único en lo que se parecía al ángel eran sus brazos llenos de plumas, pero de ahí ni en los colores de sus plumas se parecían, pues las plumas y cabello del otro ángel era blanco, aun así en lo que más resaltaba aquel otro ángel eran sus manos, eran largas y afiladas como dagas.

El ángel de cabello rojo se encontraba de rodillas frente a él, incapaz de hablar, de rogar, solo gritar pues una de esas afiladas manos, se encontraban dentro de su boca, atravesando su cuerpo cortando su estómago por dentro.

-... Que asco... se siente como si fuera humano.

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Serafín

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-Debe haber una manera que lo encuentres. -Mefisto trato de buscar una solución a este enorme problema.

-Normalmente nuestro contrato debería traerlo aquí de inmediato, a no ser...

-¿A no se?

-Que haya una autoridad más fuerte que nuestro contrato reteniéndolo.

-¿Algo como qué?

-... -El humano analizaba la situación en la que se encontraban, unas pocas cosas eran más fuertes que el contrato con un ángel, sin embargo, se debía recordar, Strophaia no era un ángel normal, era más fuerte que un demonio.

Pero su contrato lo había hecho débil, un contrato que te impide atacar a menos que tu contratista te lo ordene, acepto eso solo para estar a su lado, y ahora su vida peligraba por eso.

Las situaciones se complicaban un problema tras otro, pero ahora no podía concentrarse en responderse ninguna, solo quería encontrar al ángel.

Ichiro se acercó al policía que resguardaba la puerta.

-¿Ha visto al chico que nos acompañaba? -Pregunto Mefisto al policía.

-Disculpe, ¿podría describirlo mejor? Veo mucha gente pasar por aquí.

-Cabello rojo, piel pálida, cuando se ríe se le arruga la nariz... -Ichiro podría haber continuado explicando cada detalle en el rostro de ese ángel, pero el policía había entendido a quien se refería desde que había dicho que tenía el pelo rojo.

-Si, fue extraño, por que vi que estaba comiendo ahí cuando de la nada, se levantó de golpe y salió caminado, no puedo dejar mi puesto así que me temo que no tengo idea a donde se fue.