4.¿Y?

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-Puta madre...-, susurraba Blitz mientras iba a 90 por hora en su moto hacia el castillo de Stolas. "Tengo que llegar rápido", pensaba, "si llego aun mas tarde Stolas se podría enojar o algo". Por desgracia, al parecer ese no era el día de suerte del imp, puesto que, a los pocos minutos de viaje quedó estancado en un, al parecer, interminable tráfico. -Mierda...-. Sacó su celular y revisó la hora, las 09:18, iba tarde, demasiado tarde. No se quedó de brazos cruzados y buscó un espacio por el cual pasar y salir del tráfico.

Encontró un camino por el que podía llegar a la acera y salir por allí, no perdió el tiempo y rápidamente pasó por este lugar y siguió el viaje en la acera. En lo único que Blitz podía pensar era: "Mierda, el libro... Mierda, el libro...". No tardó en llegar al palacio de Stolas y bajarse de la moto para comenzar a subir el extenso muro que daba al lujoso balcón del demonio búho. Trepó esta muralla hasta parar justo en la parte antes de el barandal para tomar un poco de aire, porque con todo el camino que había tenido hasta llegar allí estaba notablemente cansado. Iba a seguir escalando hasta que escucho una voz y algunos pasos acercarse hacia el barandal. -¡Vamos, Stolas! No seas así. ¡Admite que lo necesitas!-, Blitz no pudo reconocer quien era la persona que hablaba, nunca había escuchado esa voz, era algo parecida a la de Stolas, pero más grave.

-Ya te dije que no, Cosmos. Y lo vuelvo a repetir haber si entiendes, no lo necesito-, ahora quien hablaba era Stolas. Blitz intentó mirar un poco por sobre el suelo de el balcón. Vio a Stolas cruzado de brazos y a un demonio en frente de el, este era bastante alto, ojos amarillos, también era un aviar por lo que tenia un plumaje de un color gris muy oscuro, casi negro. -Tu sabes que seguiré insistiendo-, el personaje que cuyo nombre era al parecer, "Cosmos" volvió a hablar. -Y tu sabes que yo responderé lo mismo-, respondió Stolas de manera seca y cortante.

El demonio contrario lanzó un suspiro. -Bueno... Adiós, Stolas- se despidió en un tono algo amable y tal vez cansado, -Adiós. Cosmos.- Se despidió el demonio búho que todos conocemos mientras veía hacia otro lado. El otro demonio se dirigió hasta la puerta de la habitación y se despidió con la mano desde esta. Stolas seguía viendo hacia otra parte. Al sonar el cerrar de la puerta el demonio búho suspiró larga y agotadamente. Se apoyó en el barandal del balcón sin darse cuenta de Blitz, pues estaba viendo al lugar contrario. -¿Quien era ese?-, preguntó el diablillo ahora agachado encima el barandal, a un lado de Stolas, -¿Blitz?-, preguntó el mas alto, -¿Que estas haciendo aquí?-, volvió a preguntar con una expresión de confusión en su rostro, -Vine a buscar el libro-, respondió el diablillo parándose en el balcón y acercándose uno o dos pasos a Stolas.

-Oh, cierto, el libro. Se me había olvidado-, dijo el demonio búho con cara algo cansada, -Entra- agregó mientras entraba a su habitación seguido de Blitz detrás, -Y... ¿Me dices quien era el tipo de antes?-, preguntó nuevamente el diablillo, -¿Ah? Ah sí. era Cosmos, un amigo mío. ¿Por qué? ¿Escuchaste nuestra conversación?-, Dijo Stolas con una leve preocupación en su voz, -No solo... Lo vi irse y me pregunte quien era-, mintió Blitz mientras buscaba el Grimorio, sin obtener resultados, -¿Donde está el libro?-, preguntó -En el primer cajón de la mesita de noche-, respondió Stolas mientras acomodaba con expresión triste algunos cojines y almohadas que estaban repartidos por el suelo.

Blitz abrió el cajón del mueble y encontró el Grimorio. Hubo un pequeño momento de silencio. Hasta que Stolas lo rompió, -Bueno... ¿Hay algo qué me tengas que decir o..? ¿Ya te vas?-. "Esto no es cierto", pensó Blitz, "¿Stolas alentándome para que me valla? Debe de ser una puta broma...", -Blitz-, lo nombró Stolas haciendo que este se sobresaltara un poco y saliera de sus pensamientos por unos segundos. -Eh... Ah, sí, bueno... Este...-, el diablillo volvió a sumergirse en sus pensamientos.

 En otra ocasión ya estaría en el balcón llevando el libro con sigo, pero... Esto era diferente. El que Stolas se hubiera comportado de una manera muy extraña la noche pasada y también un poco en los últimos minutos, hacia que Blitz se preocupara de cierto modo, "¡Por el libro claro!" trato de convencerse en sus pensamientos, -Blitz...-, volvió a interrumpir nuevamente los pensamientos del diablillo, -Eh, bueno...-, dijo mientras buscaba una excusa para quedarse y descubrir que era eso que probablemente podría estar haciendo algún daño a Stolas, y por ende, el libro que lo dejaba hacer su propio trabajo. -Me preguntaba si podía quedarme aquí ya que...-, siguió pensando mientras Stolas lo veía con expresión confusa, -Loona esta bastante enojada y quiero darle un tiempo sola para que se calme-, mintió el diablillo, -Oh, bueno, entonces... ¿Por qué no te quedas en casa de tus empleados? Según yo son amigos ¿No?-, "Mierda", pensó Blitz, "Tiene razón".

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