La sensación de tener la boca del estómago cerrada y la certeza de que emitir una palabra te va a llevar a dejarte dominar por la ira o a irte en lágrimas, todo es demasiado intenso. Estamos en el penúltimo piso del edificio principal de Sesler, es un salón inmenso que intento adivinar si fue hecho con la idea de hacer fiestas y eventos, o si el mobiliario fue removido específicamente para este evento. Las paredes son de cristal y Seúl a medianoche parece un sueño de metrópolis a nuestros pies, siento la falsa ilusión de estar en New York, siento el hormigueo en los dedos de admirar una ciudad que nunca duerme y pensar en las posibilidades. En el centro del salón hay un gran círculo de flores, similares a las que cuelgan del techo, son rosadas y blancas. De pie, dando la espalda a ese enorme aro de rosas, está el juez —viejo amigo de mi padre— está recitando alguna parte de la ceremonia matrimonial. A su derecha estoy yo, a su izquierda, mi futuro marido.Cheung – He Seung.
Se habla constantemente de lo hermoso que es él, de lo que transmite su mirada y de la infalible intuición que parece tener sobre las personas, que al parecer nunca falla. No sé qué tan veraz será esa información sobre su intuición, pero en lo que concierne a su aspecto, les aseguro que no es la mitad de guapo de cómo lo describen. Es atractivo y hermoso, pero he estado en habitaciones con al menos una docena de hombres más guapos que él, en mi opinión.Mi padre se mueve en el primer asiento detrás de mí, ahora soy más consciente de su presencia que de cualquier cosa. Más que de mi vestido blanco, corto, estilo retro, el anillo que pesa en mi mano o el hombre a quien en pocos minutos le diré “acepto”. Mi padre es la única persona que me puede salvar de esta situación y a cada instante estoy más convencida de que no lo hará. Para él, esta es la manera en que es el héroe, la manera en que me salva y hace lo que tiene que hacer.
Tengo el pensamiento de que para este príncipe, la superestrella mundial, debo ser un sapo y me entran ganas de reírme, sería una risa cínica. Yo nunca he buscado un príncipe, para mi propio consuelo.
Pienso en el camino que hizo que estas pesadas cadenas terminaran en mí y todos mis pecados son recitados en mi cabeza como una oración religiosa.
Le mentí a mi padre durante años, lo hice con la frente en alto y la cara bien lavada.Mentí sobre la carrera universitaria que estaba estudiando y que él mismo pago. Mentí nuevamente, cuando él enfermo y me pidió hacerme cargo, súbitamente, de su empresa, le dije que podía hacerme cargo. Volví a mentir más tarde cuando tomé la decisión incorrecta y eso casi lleva a la empresa al borde de la quiebra.
Fui desenmascarada por la incuestionable evidencia que son los estragos en la empresa y patrimonio de mi padre. Soy una mentirosa nata que ahora le mentirá a toda una nación y tal vez más.
Pero esta vez no lo elegí yo, no tuve elección, aunque así lo quieran hacer ver.
Entre la espada y la pared, “decidí” casarme. Estoy entrando en un matrimonio por conveniencia, que parece mejor alternativa que ir a la cárcel y enfrentar una deuda de por vida.
No soy una empresaria, no me gradué en Estados Unidos de Economía, ni tomé una sola clase en la escuela de negocios. Soy productora, mi título universitario habla de producción musical, con mención honorífica.
Solo quiero que me salven.No quiero casarme con este chico que no conozco, que además es famoso—lo que involucra a un montón de adolescentes fantaseando con desollarme— Tampoco quiero quedarme a vivir en Corea del Sur. Solo vine a aclarar las cosas, pero todo coincidió con que mi padre enfermo apenas llegué y todo se enredó.
Ahora estoy aquí, en mi boda. Solo el pensamiento hace que deje ir un sonido de pura frustración.
—Cheung He – Seung ¿Aceptas usted a Seo Kai en matrimonio civil, para amarla, honrarla y respetarla, estar con ella en la salud y enfermedad, por el resto de sus días, hasta que la muerte los separe? —se me revuelve el estómago por enésima vez.
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Canciones sobre otros amores
RomanceSoy una mentirosa. Mentí a mi padre durante años, lo hice con la frente en alto y la cara bien lavada. Mentí sobre la carrera universitaria que estaba estudiando y que el pago. Mentí nuevamente, cuando el enfermo y me pidió hacerme cargo, súbitamen...