One-shots [Cambios repentinos] (pausada)

IV

Narrador omnisciente

El regreso a clases había sido pesado y no logro averiguar cómo había sacado una nota sobresaliente en herbologia y transformaciónes en sus Timos, solo sabía que debía comenzar a estudiar en aquellas horas libres que le eran otorgadas para eso mismo, el sexto año era difícil sin duda y el rubio lo sabía.

Incluso ahora al ver como su novio se sumergía en el montón de libros con tema en común, Transformaciones.

—Barty— el mencionad soltó un gruñido cansado pero indicándole que tenía su atención. —Mirame cuando te hablo, Crouch— sonrió al tener ahora sí la total atención de su pareja, este tenía pequeñas ojeras debajo de sus ojos y su cabello estaba más desordenado que de costumbre.

—Perdón, Pet, sabes que McGonagall me tiene nadando en tareas— respondió sin quitar esa sonrisa de Slytherin que se cargaba, aún sin haber dormido casi nada.

—Mereces un descanzo, Barty, apenas es Octubre, los Timos son en Julio, tienes tiempo para estudiar y te ayudaré con eso, no es difícil— compadecia a su novio, el sabía lo que era estresarse por esos malditos exámenes y aunque claro el tampoco estaba libre de materias pesadas, sabía que el castaño tenía cierta tendencia a querer la perfección en todo.

—Liebe, tú tienes tus clases de Extasis, no quiero acaparar tu tiempo— la luz del sol que se adentraba en aquella habitación arremetía contra la pálida piel de la serpiente y resaltaba más aquellos ojos verdosos que le tenían cariño.

—Deja eso—.

—¿Dejar que?—.

—Deja de pensar que seras una carga, no lo eres Barty, no dejes que las palabras de tu padre te afecten— sabía a qué iba todo eso, a que iba todo el autosufrimiento impuesto. —No hables, no quiero escucharte mientras te denigras verbalmente, he dicho que mereces un descanso y un descanso tendrás, te veo en el jardín dentro de 3 horas— sabía que el contrario había discutido con su padre en las vacaciones, sabía todas las cosas horrendas que le había dicho, y también sabía todos los crucios que le habían lanzado, lo sabía, los había contado, por qué aquel collar en su cuello representaba su magia compartida y cuando uno tiembla el otro lo sabe.

Abandono la habitación no sin antes darle un casto beso a su pareja, salió de la sala común de Slytherin y se dirigió a las cocinas, ser amigo de los elfos le servía mucho para esas situaciones, prepararía algo lindo, algo para que Barty supiera que no estaba solo en este mundo podrido.