One-shots [Cambios repentinos] (pausada)

I

Narrador Omnisciente

Admirar lo que antes creías imposible es lo mejor, sentir las caricias de la persona que amas en tu mano, escuchar el susurro del viento pasar por sus cabellos, admirar el hermoso perfil de tu acompañante, sin importar, sin esperar nada, solo en plena armonía.

Escuchando los pájaros cantar, mirando las nubes y perdiéndote en tus propios pensamientos debido a la comodidad que sientes a tu lado.

Eso pasaba por la mente de Regulus al tiempo que admiraba el perfil de la persona que amaba, de la persona a la cual podría llamar pareja. James yacía en el pasto con sus hermosos ojos cafés cerrados, la respiración pausada, calmada, en plena tranquilidad confiando en que el no haría nada, vaya que estaba en lo cierto.

Regulus comenzó a acariciar los cabellos castaños de su chico, con un cuidado extremo, los dos se encontraban en una parte del bosque prohibido donde los árboles dejaron de crecer y un hermoso pastizal se dejaba ver por entre la obscuridad.

Suspiro con mucho cuidado de no despertar al Gryffindor, sonrió, sonrió como solo con James hacia, sonrió con esa alegría que solo el merodeador podía hacer aparecer.

¿No es mejor la vida cuando encuentras a la persona correcta?, No es mejor cuando vez que todo es real, que con solo estirar tu dedo anular podrás tocar la mejilla de tu pareja, de la persona que acelera sin descaro tu corazón.

El se había enamorado de los demonios de Potter, y James se enamoró de la obscuridad de Regulus, algo que muchísimas personas desearían tener, enamorarse de los defectos y los problemas antes que del físico, enamorarse de verdad.

El amor es algo inefable, para muchos es solo un sentimiento, para otros es el dolor de estómago, el camino de pequeñas hormigas en la piel, el sentir vibrar el pecho con cada palabra que dice.

Le miraba con amor, con ese amor que solo ellos sabían darse, la mirada grisácea examinaba al contrario, desde su cabello, hasta sus ojos, su nariz no podría creer que fuera de el, y que el fuera suyo.

—Me pones nervioso— hablo el león abriendo tímidamente un ojo levemente por el sueño y otorgandole una sonrisa a la serpiente.

—Lo siento, nadie te manda a ser tan guapo— lanzó con una pequeña risa mientras seguía dejándole cariños en la cabeza castaña del contrario.

—Reg, estoy en mi último año, y tú y yo sabemos que no son tiempos felices...queria— el menor le miraba con ese gris intenso, ese gris que le había delirar. —queria preguntarte si aceptarlas irte a vivir conmigo, se, sé que estás llendo a mi casa en vacaciones pero hablo de...de comprar una nueva, solo para nosotros dos— la mirada apenada de James hizo al Slytherin reírse un rato.