The Smiths - Sarah Cameron

2. Huracán Agatha.

Entrecerré los ojos viendo las grandes olas del mar partir, el agua fría de la lluvia caía sobre nosotros tres, agarre con fuerza mi tabla de surf para escuchar la voz de Pope.

- ¡Son olas de más de tres metros! ¡No se pueden surfear! - El moreno habló hacia sus dos amigos.

- ¿Quien dijo que no se podían? - Dijo un divertido John B antes de salir corriendo hacia al mar.

Gire mi cabeza para ver a Pope con una sonrisa.

- ¡No te quedes ahí y vamos a surfear! - Le di un pequeño empujón para empezar a correr con el detrás hacia al mar.

Los dos nos metimos al mar con nuestras tablas de surf empezando a surfear las grandes olas que habían.

Tiempo después de estar surfeando, noté que estaba empezando a llover aun más, así que avise a los dos chicos.

- ¡Chicos! ¡La lluvia está empeorando! ¡Tenemos que irnos!

Salí del mar como pude y me quedé de pie junto a Pope, vi que John B seguía sumergido en el agua mirando hacia un punto fijo.

- ¿Que coño hace? - Murmuré frunciendo levemente el ceño.

- ¡John B hay que irnos! - Le gritó el moreno y este salió de su pequeño trance para salir del mar.

                                  [...]

Sentí una gota de agua caer en mi cara, parpadeé y me incorpore para quedar sentada en el sofá, mira a mí alrededor para ver mí hermano durmiendo en el otro sofá.

Agarre mi teléfono y vi que este no tenía cobertura, maldito huracán.

Pase mis manos por mi pelo peinándome un poco. Levante mi mirada y vi a John B salir de su habitación bostezando, al pasar por delante mia hicimos nuestro saludo Pogue para luego acercarse a JJ.

Este le dio un pequeño golpe al rubio y habló.

- JJ, ¿has salido a la calle?

- Tengo la polio no puedo andar... - Respondió el chico Maybank con la cabeza enterrada en la almohada.

Me levanté y camine hacia mi hermano, agarrándole del brazo para levantarle, camine con el detrás para salir a fuera, vi a John quitando una rama que se habia caído en el bote y me apoye en el marco de la puerta y JJ en el otro.

- Agatha se ha cebado, ¿eh? - Habló el rubio dando un sorbo a la lata de cerveza, ¿de donde la había sacado?

- Pues si. - Respondió este.

Le quité la lata a mí hermano para tirarla al suelo, este se quejó y yo empecé a caminar hacia John B el cual estaba quitando ramas.

- ¿En qué piensas? - Hablé por primera vez en la mañana.

- En que la fuerte marejada ha traído cangrejos hasta las marismas, las corvinas irán a por ellas.

- ¿Y lo de protección de menores? ¿No era hoy? - Preguntó el de ojos azules el cual se había situado a mí lado.

- Ahora no cogerán un barco... - El Routledge siguió sacando las ramas - Tíos escucharlo, Dios nos dice que pesquemos. - Señaló al cielo con la rama mirando a los mellizos.

                                  [...]

- Joder... - Murmuré viendo todo mi alrededor.

- Está todo hecho una mierda. - Dijo el chico Routledge entrecerrando un poco los ojos por el sol.

- ¡Hola señora Amy! ¿Están bien?- John B saludo.