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"𝐋𝐀 𝐕𝐄𝐑𝐃𝐀𝐃"
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Alanis movía frenéticamente su pie mientras enfrentaba un nuevo desafío en su vida. Después de que Peter Mills metiera la pata preguntando por la ausencia de llamadas, sonó la alarma para un accidente automovilístico. Alanis y Matt se dirigieron hacia la escena, un coche volcado al borde de un puente.
—¡Boden conmigo! ¡Los demás, estabilicen la camioneta! — ordenó Matt, y Alanis corrió detrás de él. La situación era complicada, con un automóvil volcado y apunto de caer.
Matt y Alanis llegaron al coche que aparentemente había causado el accidente. Un policía intentaba abrir la puerta.
—Está atascada. — comentó Alanis, notando las latas de cerveza abiertas en el asiento del conductor.
—Está ebrio. — murmuró ella para sí misma, abriendo la puerta con una herramienta. Al salir, vieron al conductor, claramente afectado por el alcohol.
—Hazlo soplar, Alanis. — pidió Matt al oler el alcohol.
—Es un descuidado. — dijo ella, molesta. Mientras estabilizaban el automóvil, notaron a un niño en el asiento trasero.
—¿Está bien mi hijo? — preguntó el conductor.
—¡Está vivo! — exclamó Alanis después de revisar al niño. La atención se dividió entre rescatar al chico y estabilizar el vehículo a punto de caer.
—Vamos a necesitar otra ambulancia. — solicitó Shay.
—El conductor del primer coche está allí. — señaló Alanis, ocupándose del chico atrapado.
Más tarde, cuando los rescatistas lograron estabilizar la situación, Alanis notó que el conductor ebrio había desaparecido. Se lo informó a Matt y descubrieron que lo habían llevado al hospital sin seguir los procedimientos adecuados.
—¡Debieron ponerle un collarín y transportarlo adecuadamente! — expresó Matt molesto, mientras Alanis, frustrada, observaba al detective Voight, padre del conductor ebrio, sonriéndoles. Alanis se enfureció al darse cuenta de que alguien estaba encubriendo al conductor.
