3. Charla de chicas

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Narra Lucy:

—Si alguien tiene derecho a saber, son Lucy y Harry. Si no hubiera sido por los mellizos, no habríamos sabido que Voldemort había vuelto. No son unos críos, Molly.

—Pero tampoco son adultos, no son James y Lily, Sirius.

—No son tus hijos.

—Como si lo fueran.

—Qué ternamente paternal, Black. Tal vez los Potters acaben siendo unos delincuentes como su padre.

—No te metas en esto, Snivellus. —Miro a mi hermano sorprendida.

—Snape forma parte de la Orden. —Decimos a la vez con incredulidad.

—Idiota. —Añade Ron con una mueca.

De repente, Salem y Crookshanks, que estaban jugando por el pasillo, se acercaron a la oreja extensible, y miré a los gemelos.

—Tiren del cable, lo van a ver como un juguete. —Les digo a los gemelos; ellos asienten rápidamente con la cabeza, pero es demasiado tarde. Inmediatamente, los dos gatos empezaron a jugar con el hilo ante ellos.

—¡Salem!

—¡Crookshanks!

—¡Dejen eso!

Hermione y yo les gritamos durante un rato, pero los dos gatos pasaron completamente de nosotras y siguieron jugando y persiguiendo el hilo, el cual finalmente se rompió.

—Odio a vuestros gatos, chicas. —Añade Ron.

—Bueno, al menos rompieron la tensión, ¿no es así? —Comentó Fred, riendo. Yo le doy un codazo amistoso, y él me guiña un ojo. Lo extrañaba, aunque fuera como amigo.

Finalmente, un ratito después, todos bajamos resignados las escaleras. La reunión parecía haber terminado, puesto que Molly se disponía a llamarnos. Cuando nos ve, nos sonríe con los brazos en jarras.

—Bueno, hoy cenaremos en la cocina. —Casi me sobresalto al ver a los gemelos aparecer justo detrás de Molly— ¡Ay! ¡Que se os permita hacer magia no significa que tengáis que echar mano de la varita para todo.

—No gastes tus esfuerzos Molly, ya sabes que son imposibles—le digo riendome, los gemelos m hacen urla desde lo lejos y yo les saco la lengua a modo de broma

—Lo se Lucy cariño lo se....En fin ,¿Tenéis hambre, chicos? —Nos dice sonriendo.

—¿Seguro que os encontráis bien? Nos llevamos un buen susto. —Añade Arthur, pasándole un brazo por los hombros a su mujer.

—Lucy y Harry Potter. —Los señores Weasley se apartan, y Remus y Sirius se colocan delante nuestra, sonrientes. Este último abre sus brazos e inmediatamente Harry y yo nos lanzamos a su abrazo.

—¡Sirius!

Después del emotivo reencuentro con Sirius, nos dirigimos a la cocina donde Molly nos tenía preparada una deliciosa cena. La mesa estaba llena de platillos reconfortantes y la atmósfera se volvía más ligera con cada risa compartida.

En medio de charlas casuales, Remus nos entretenía con anécdotas de sus viajes, mientras los gemelos lanzaban chistes que resonaban en toda la cocina. 

Sin embargo, la tranquilidad se quebró cuando Sirius mencionó lo sucedido en el Ministerio. La confusión se apoderó de mí y no pude evitar expresar mi desconcierto.

—No entiendo, ¿Qué tiene el Ministerio en contra de Harry y de mí?—La respuesta de Moody resonó en la habitación.

—Enséñaselo. Lo descubrirán tarde o temprano.

Amor Prohibido~ Draco Malfoy y Lucy PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora