Amor Prohibido~ Draco Malfoy y Lucy Potter

12. La invitación del baile

Narra Lucy:

Fred y yo caminamos por los pasillos, alejándonos de la multitud y dejando atrás la tensión que se respiraba en el grupo. La risa despreocupada de Fred me hizo olvidar por un momento los problemas que giraban a mi alrededor.

—Así que, ¿Los que se pelean se desean? —preguntó Fred con una sonrisa pícara, mirándome fijamente como si estuviera buscando algo en mis ojos. Noté que sus bromas eran más un intento de sondear mis sentimientos que simples chistes.

—No, Fred, nada de eso. Malfoy y yo nos odiamos. Y no es solo por diversión. Es arrogante, terco, siempre discutimos y, sinceramente, nunca estaré con él. No puedo soportar su actitud —respondí con determinación, enumerando los motivos por los cuales una relación con Draco  estaba fuera de la mesa.

—Hablando en serio, Lucy,  ¿Malfoy realmente te molesta tanto como dices? —preguntó, cambiando el tono de la conversación. Antes de que pudiera responder, Fred detuvo su paso y me miró seriamente.—Lo digo en serio. ¿Hay algo más entre vosotros dos? —preguntó con sinceridad.

Me encontré a mí misma titubeando, sorprendida por la intensidad de su mirada. Sin embargo, antes de que pudiera responder, Fred dio un paso más cerca y, con determinación, dijo:

—Olvida lo que acabo de decir. Olvida a Draco, olvida todo. ¿Te gustaría ir al Baile de Navidad conmigo?

Quedé perpleja por un momento. La sonrisa en su rostro despejó cualquier duda sobre sus intenciones. No pude evitar sonreír ante su propuesta.

—Sí, Fred Weasley, estaré encantada de ir contigo al baile —respondí, aceptando su oferta con una sonrisa.

Fred sonrió ampliamente, y en un arrebato de emoción, intentó inclinarse para besarme. Sin embargo, justo cuando nuestros labios estaban a punto de tocarse, una voz interrumpió el momento.

—Perdón por interrumpir, pero Lucy y yo quedamos para estudiar —anunció Hermione, apareciendo de la nada. Fred y yo nos separamos rápidamente, y noté un rubor en mis mejillas. Hermione nos miró con una ceja alzada.

—Oh, sí, cierto, lo siento, lo olvidé completamente. Nos pondremos en marcha ahora mismo —dije apresuradamente, sintiéndome un poco avergonzada por la situación. Antes de que pudiera disculparme más, me puse de puntillas, agarré a Fred del cuello de la camisa y le planté un beso rápido en la mejilla.

—Nos vemos más tarde, Fred. Gracias por el paseo —le dije antes de seguir a Hermione, dejando a Fred allí con una expresión de sorpresa y una mano en la mejilla donde lo había besado.

Fred se alejó de nosotras por un momento, pero antes de que pudiera perderse entre la multitud, volvió corriendo hacia nosotras con una sonrisa radiante.

—Lucy, pasaré por tu sala común a las 19:30. No llegues tarde, ¿eh? —dijo con un guiño travieso.

Asentí con una sonrisa, y él se despidió haciendo una reverencia exagerada a modo de broma antes de darse la vuelta y dirigirse en la dirección opuesta. Hermione se giró hacia mí con los ojos abiertos de par en par.

—¿Qué demonios acabas de pasar? Espera... ¿Estáis... saliendo? —preguntó con incredulidad. Me sonrojé y negué con la cabeza rápidamente.

—¡No! Somos solo amigos, Hermione. Nada más. —dije con énfasis, tratando de disipar cualquier malentendido. Ella soltó una risa burlona.

—Lucy, tus mejillas delatan algo diferente. ¿Desde cuándo tienes esa complicidad con Fred?

—Es solo un baile, Hermione, nada más. Ahora, háblame de ti. ¿Es cierto que vas al baile con Krum? —pregunté, cambiando el enfoque hacia ella.