La persistencia del amor

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Capitulo 30



Suena mi celular... El cual observe unas fotos que me habían enviado y no podia creer lo que veian mis ojos, mis ojos se llenaban de lágrimas, sin a un creer lo que veía...

Explicame esto-dije dejando el teléfono en la mesa-

Que, espera no soy yo -dijo nervioso-
Wow, esa es la única explicación que tienes? -dije mirándole-

Sí.-dijo el chico-

Ok, terminamos-dije agarrando mis cosas para luego irme-

Mientras me iba las lágrimas corrían por mis mejillas no podia creer eso, y mucho menos de la persona que ame tanto, y me termine pagando con esto, la verdad en esos momentos no sabía que hacer, mis sentimientos eran raros, no podia averiguar que sentía o que me pasaba, solamente me salían las lágrimas las cuales recorrían mis mejillas.

No lo niego, si me dolió, ver esas fotos y que él me mintiera en mi propia cara, sabiendo aun que yo ya sabia la verdad, toda la verdad... Y un así me seguía miento, no sabía cuanto Tiempo llevaba engañándome, pero en la foto se nota que era desde hace mucho tiempo.
Estaba en el trabajo, al cual me llegaron unas flores, super linda, con una nota, el cual solamente decía lo siguiente:
- Hola, espero y te encuentres bien, te envió para felicitarte por tus 24 años y quise darte este detalle, ven hoy a las 9 al restaurante al frente del puente.

                                                 ATT: anónimo.

Al ver leerlo sentí curiosidad y no sabía si ir o no, cosa que al final si decidí.
No fue muy fácil, porque pensé en que podría ser muchas cosas las cuales pasaban en mi cabeza. ¿Ya habían pasado las horas y cada vez se acercaba la hora de ir o arrepentirme, porque no sabía, y si era un secuestrador, o si es un loco? Muchas cosas pasaban, pero ya se acercaba la hora para ir.

Cuando estaba yendo nunca me imagine encontrarme a él... Pero no tome mucha importancia, solamente me dirigía al lugar donde me decía la nota. Al llegar, estaba ya al frente del restaurante, ahí me llego un mensaje con lo siguiente
"Dirígete a la mesa 08 ahí nos encontraremos."

Leí el mensaje y guarde mi celular, dirigiéndome al restaurante y darme cuenta de que no había nadie, como si lo hubiera reservado todo, no le tome importancia y más dirigí hacia la mesa la cual indico la persona al principio no sabía quién era, pero al verlo supe de quién se trataba.

Hola, mi niña, cuanto tiempo --dijo mientras se paraba--

Bien, y no me digas nena -dije mirándole-
Bueno, como tú quieras --dijo sonriendo--
Me senté, Hablamos, no mucho, alguna que otras palabras cruzábamos, trataba de ser de copas palabras, no quería hablar con él ni mirarlo. Él fue alguien el cual quise mucho, pero se fue así de la nada de mi vida, sin avisar ni decir nada, ni el por qué... más no tenía el derecho de volver como si nada.

Bueno, hija como has estado -alzo su mirada, el cual esperaba mi respuesta -
Bien. --dije sin ninguna emoción--

Y el trabajo--dijo--

Bien.

Oye, Abigaíl vamos, sabes que no puedes estar enojada toda la vida con tu padre--dice alzando un poco la voz
Si, si puedo, porque siento lo que sentí cuando te fuiste sin excusas, sin dejar ni una carta diciéndome por qué te ibas o que pasaba, era una niña, la cual tanto tiempo necesitaba tu cariño, pero mira, esa niña se fue. Ya no necesita tu cariño para sentirse mejor. Sin ti, estuve muy bien, y gracias por interesarte en mí, sabiendo que tuviste esa oportunidad durante muchos años, pero recién ahora apareces como si nada, preguntándome como he estado. Y quieres que te reciba de un abrazo y un beso, wow, que ingenuo eres, después de hacerlo y volver, crees que eres merecedor de eso? --dije

CrudoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora