Capítulo 7

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"Eres el caos perfecto para mi malicia"

• Cassia Brightmore.

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Septiembre 24 del 2018

Cuartel general de las fuerzas especiales de los Estados Unidos.

Washington DC.

Khloe

Mi rodilla rebota sin parar como una pelota en la mano de un basquetbolista. Arriba. Abajo. Arriba. Abajo. Solo que más rápido e inestable. Temblorosa y tensa. La maldita perra parece tener vida propia porque se mueve sin parar, sin que yo lo quiera. No estoy segura de porqué sucede, aunque muy en el fondo sé que si. Por supuesto que sé cual es la razón de mi inquietud que comienza a irritarme.

Estoy de nuevo aquí.

En el jodido Washington DC.

Si alguna vez me hubieran dicho que estaría de nuevo en la central, no lo creería. Digo, desde que me usaron como intercambio para el trato con Mauro, tenía la seguridad de que nunca iba a volver. Después de salir se ese infierno apenas con vida, ya estaba más que preparada a la idea de irme a otro lado. Puede que los golpes de los italianos terminaron por el momento, pero eso no quería decir de que la pelea había acabado y quedarme en Estados Unidos no era lo mejor para esa época. Todavía tenía la soga al cuello, aunque menos ajustada, no dejaba de ser peligrosa.

Una cosa fue pensar y decidir volver, retomar lo que habíamos dejado aqui. Aunque esa frase no funciona exactamente conmigo. No tengo ni tuve algún tipo de vida en esta ciudad. El tiempo que pasé en Washington fue meramente por trabajo e interés, no porque lo quería en realidad, llegué con un objetivo y lo que pasaría después terminaría siendo incierto. Los asuntos con cierto sargento no habían estado en los planes. Ahora que he, hemos, vuelto... No sé exactamente como sentirme, asumiendo que fui yo quien dio luz verde para seguir y tomar ese avión que nos llevaría de nuevo hasta América. ¿Debería sentir algo? ¿Además del constante recordatorio de que estas mismas personas estuvieron dispuestas a entregarme por un puñado de imbéciles y que por ello terminé bajo las garras de los Gambino, que lo primero que haría apenas me tuviera sería despedazarme? Tal vez esa sea la razón del nudo en mi estómago. 

Ellos te empujaron al abismo sin pensarlo dos veces, susurra una voz en mi cabeza.

Llevo media hora tragando la creciente bola de resentimiento que tengo atascada en la garganta, pero esta parece ceder cada vez menos. Atrapada allí. Haciéndose más grande cada vez. Empeorando el palpitar de mi cabeza y la amargura en mi pecho. Volver aquí es una condena a volver a recordar cada cosa que pasé y el veneno se extiende por mi cuerpo, volviendo mi sangre caliente y ácida como un químico peligroso de manipular.

Pero ya está hecho. Lo que sea que se haya activado apenas pisé el suelo de la base, debo ignorarlo, tomé la decisión de volver y ya está. No soy una jodida cobarde y no dejaré que el fantasma de Ángelo y las malas jugadas del pasado terminen por afectarme. Necesito recoger mi mierda, es lo que diría si fuera Blake.

Tomo una bocanada de aire. Mi mano tiembla patéticamente cuando va en busca de mi vaso térmico, el café es lo que me ha mantenido más o menos cuerda desde que puse mi trasero en esta sala después de tres años. El silencio no ayuda y tener la compañía de Sanders hace que quiera trepar por las paredes. Mi relación con ella siempre ha sido una total mierda, en algún momento estaba segura de que había una especie de tregua, pero lo que sea ya es historia y el problema que haya tenido con Blake en el pasado hace que la tensión esté en su punto más alto. Maldita sea ¿Cuándo se supone que llegará el escuadrón completo?

Rojo Sangre [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora