19. LA BESTIA DE METAL I

156 20 0
                                    

D/M - ¿Ya nos vamos? -se sorprende-

 Estábamos sentados en la cama de Inosuke, Tanjiro se encontraba frente a mí e Inosuke me abrazaba por la espalda.

T/K - Sí, era para eso que quería hablar contigo ayer. Ya que finalizamos el entrenamiento y nos encontramos en perfecta forma, ya la señorita Shinobu considera que somos capaces de enfrentarnos a una misión.

D/M - ¡Ah! ¡Tienes razón! Ví como lograste alcanzar a Kanao en la carrera y como pusiste la taza de té encima de su cabeza. ¡Muy impresionante Tanjiro!

I/H - ¡Oye! ¡Yo también he entrenado mucho!

D/M - ¿Crees que no he visto cómo te la pasas haciendo flexiones cargando rocas?

I/H - ¡Oh! -se sorprende y se sobresalta- ¿Me has visto?

D/M - ¡Claro que sí! ¿Cómo no quieres que vea como flexionas esos músculos?

I/H - ¡JAJJAjAJAJAaaJJa! ¡Soy increíble! ¿no es así?

D/M - Sip, eres increible…

I/H - Tú también eres increíble, no eres tan fuerte como yo pero eres mucho más rápido y tienes mejores reflejos…

D/M -se sonroja- Gracias…

T/K -También quería decirte que deberíamos despedirnos de las chicas, todavía estás a tiempo para hacerlo.

D/M - De acuerdo, quiero agradecerles por habernos cuidado y ayudado en el entrenamiento, -sonríe y se gira- ¿Quieres venir conmigo?

I/H - ¿Para qué, o qué?

D/M -suspira- Bueno, iré yo solo. Regreso luego… -le da un corto beso-

I/H - No te demores… -lo suelta- …quiero probar algo contigo luego.

D/M -se pone de pie pero cuando estaba a punto de salir por la puerta se detiene y lo mira- ¿Qué acabas de decir?

I/H - Lo sabrás cuando regreses. -sonríe y se recuesta cruzando los brazos detrás de su cabeza- 

D/M -levanta una ceja y sonríe- No demoraré… -le guiña- 

I/H -se sonroja- Mjmjmjmjmjmjm…

T/K - ¿De qué hablan ustedes? -se le notaba genuinamente confundido-

D/M - …

…………………………………………………

 La primera persona que iba a buscar sería Aoi, ella nos estuvo cuidando y la verdad es que la admiro mucho por haber soportado a Zenitsu y a Inosuke, que por ser mi novio no lo convierte en un santo para mis ojos. He convivido con ella en este tiempo que hemos estado aquí, y aunque siempre le ofrecí mi ayuda, al inicio no me dejaba ni tocar la escoba o a que cargara con las cestas de ropa. Ya ahora sí acepta mi ayuda y en ocasiones la pide, pero aún no me deja entrar en la cocina. 

D/M -entra en la cocina- ¡Señorita Aoi! 

A/K - ¡Aquí! -sale de debajo de la mesa-

D/M - Esto… -se agacha- ¿puedo preguntarle qué hacía?

A/K - Estaba buscando estos palillos que se me habían caído. -me los enseña- ¿Querías algo?

D/M - ¡Oh, cierto! -se pone de pie y la ayuda a levantarse-

A/K - Gracias… -se sacude el vestido- 

El Canto en la Montaña [Inosuke X MaleReader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora