Rojo GOLB (Hora de aventura- Fem OC x Simón)

🪻 Capítulo 5 🪻

Había pasado ya un par de horas después de que ña joven logró explicar lo mejor que pudo la situación a Simón. Él solo asentía con la cabeza, no era nada complicado, solo debían pasar unas 12 horas en cada universo para que la estatua de GOLB logre identificar si allí se encuentra el Clak o no. Sonaba bastante sencillo, pero no se fiaba mucho, en su experiencia en el multiverso, podrían caer en uno muy peligroso.

Frente a ellos estaban un mapa, una especie de círculos de colores que eran unidos por líneas verdes, Simón ya había visto esto, pero la representación de los diferentes mundos que se creaban por los deseos que se le pedían a Prismo. Había una gran, y hasta preocupante, cantidad de universos tachados, ¿hace cuanto la mujer llevaba en esa travesía? La verdad no le importaba mucho, de hecho pensaba que preguntar menos era lo mejor para él en esa situación.

— Déjame preparar unas cosas y saldremos lo antes posible, ¿bien?

Simón volvió a asentir, viendo los cabellos rojos de la chica ir por ahí. Ahí se fijo que tenía el cabello bastante largo, un poco más abajo de las rodillas. Soltó un pequeño suspiro cuando la vio agacharse, parecía un gran hongo rojo hecho de cabello, pues era la única parte que se veía de ella. El castaño se sentó en una silla del lugar, examinando por milésima vez la pequeña choza, era un lugar que no se encontraba en ningún lado, por eso era seguro.

Ahora sus ojos se centraron en la mujer, su presencia era como la de una niña revoloteando a su alrededor, se preguntaba como usaría sido capaz de hacer todo eso sola, no parecía demasiado capaz. Trago duro, no había pensando en eso aún, su vida iba a correr peligro de nuevo. Se sentía un tonto, pero su motivación, extrañamente parecía a la mujer que tenía frente, fue más fuerte que cualquier instinto de supervivencia básico.

Sus pensamientos fueron parados en seco cuando noto como frente a él era ofrecido unas prendas, unas más cómodas y en mejor estado que su traje de pinguino. El viejo se preguntó por unos momentos porqué tenía ropa que ella no usaría, pero dada las características del lugar, solo la tomó y agradeció, para después ir a cambiarse.

El castaño escucho murmullos, unos dulces cantos mientras las chica lo esperaba con una suave sonrisa. No pudo evitar sonrojarse un poco, su corazón se emoción ante eso, hace mucho no se sentía necesitado, por decirlo de alguna forma. Ella se emociono solo porque irían junto y ahora lo esperaba con ansías.

Giro su cabeza de un lado a otro, intentando eliminar esas ideas de su torpe imaginación. Antes de salir respiro varias veces, asegurándose que su cuerpo vuelva a su ritmo normal en vez de estarse haciendo ideas raras con la chica.

— ¿Te gusta? ¿Te sientes cómodo, Profesor Petrikov? —preguntó la chica, acercándose a él en pequeños saltitos, era muy evidente que intentaba contener su emoción para no espantarlo.

Con mucha delicadeza, casi como tratando a Simón como a una muñeca de porcelana, acomodó mejor sus prendas, aunque aveces sus movimientos eran toscos y torpes.

— Gracias... —atinó a decir. Su corazón volvió a saltar dentro de su pecho, pero ahora los nerviosa era porque ella se diera cuenta de su patético estado.

— No es para tanto, Petrikov. —la chica giro su cabeza para mirarlo directamente a los ojos, era mucho más baja que el varón, así que tenía que levantar demás la cabeza.

– Te amo, Simón.

La chica fue alejada de un ligero empujón, quedando algo perpleja.

— L-lo siento... —el castaño se mordió el labio, girando la cabeza para evitar su mirada— Sólo que no soporto tanto el contacto físico —mintió con lo primero que se le vino a la cabeza, haciendo que la chica se apague un poco.

— ¡Perdón! Lo tomaré a consideración —dijo, tomando un paso hacia atrás, sonriendo para tranquilizar al varón— Sin tocar si no quieres —levantó sus brazos intentando hacer sentir cómodo a Simón de nuevo.

La chica le dió la espalda para tomar unas últimas cosas, sin llegar a ver el tomate que dejo llamada "Simón". Dios, ¿por qué era tan susceptible? ¿Es por qué se parecía a Betty? ¿O en serio hace mucho nadie se acercaba de esa forma a él? Más siento una joven tan atractiva. Solo intentaba ser amable, no tiene que actuar como un adolescente sin contacto femenino.

Esperaba que con el tiempo esto cambie.

Gracias por leer
Mu1tiversal