You Belong With Me || Lucerys Velaryon

XXII

Lucerys se la había pasado toda la tarde planificando la idea que tenía en mente, esta vez debía salir todo perfecto, tenía los pasadizos listos por cualquier emergencia, quería irse sin dejar rastros, le dolía tener que dejar a su madre y no poder ayudar su abuelo, ni a Daemon, pero si no aprovechaba ese momento, no iba a poder cumplir su objetivo, estaba vez él sería el egoísta.

Su última parada era con Blair.

Debía hablar con ella y convencerla, en estos últimos días habían recuperado su amistad, a veces se daban miradas enamoradas, pero callaban para no incomodar al otro, aunque en el fondo sabían que se amaban más de lo que se amaban a ellos mismos. La conexión que tenían era tan fuerte, que era difícil de cortar aquel hilo azul que los unía.

El castaño tragó grueso al detenerse enfrente de la puerta de la Stark, dio algunos golpes a la puerta, desde adentro, se pudo escuchar la voz de la mujer indicándole que pasara. Al hacerlo la encontró sentada en la ventana, dándole la espalda, con su mirada fija en el cristal que daba vista hacia afuera.

—Hola Blair, ¿cómo has estado, bonita? —se acercó hasta ella tomando asiento junto a la castaña.

—He estado mejor que otros días, gracias por siempre preocuparte por mí —respondió sin quitar la vista de la ventana—. ¿Qué hay de ti? Maekar me dijo que venías de entrenar.

—¿Te habló de mí? —preguntó ilusionado.

—Me dijo que habló contigo, no sé qué le habrás dicho o hecho, pero gracias por hacerlo sonreír.

—No es nada, Blair, siempre estaré pendiente de él, Rhaekan y de ti.

Blair esbozó una pequeña sonrisa para luego recostar sus brazos sobre el marco de la ventana aun mirando hacia afuera.

—Luke...¿puedo hacerte una pregunta?

—Claro, ¿qué sucede?

—¿Cómo...? —suspiró—. ¿Cómo es la libertad?

—¿La "libertad"? —preguntó algo confundido.

—Tú...desde que nos conocimos has anhelado la libertad, no deseabas casar por eso y estuviste 10 años lejos, sin ninguna atadura y viajando por el mundo en barco y con Arrax. Fuiste tú mismo sin que nadie te dijera qué debías hacer o que deber cumplir —miró a Luke a sus ojos—. ¿C-cómo se siente eso?

La pregunta le rompió el corazón.

¿Cuántas cosas le habían privado a la Stark?

¿Cuánto tuvo que callar?

¿Cuánto tiempo Jace la usó?

—Fue increíble, visité lugares y aprendí cosas que nunca me imaginé, me sentí maduro a medida que el tiempo pasaba, fueron viajes y experiencias que me llenaron de vida —advirtió—. Sin embargo, me faltó algo muy importante en todos estos años.

—¿Qué cosa?

—El amor, Blair.

La Stark parpadeó varias veces.

—Los viajes se sintieron bien, pero no se sentía completo porque tú no estabas allí conmigo, a mí lado.

—Tú también me hiciste falta, tengo a mis hijos y los amo, pero mi corazón siempre pensó en ti.

—Estamos juntos aquí, Blair, podemos cumplir nuestro sueño.

—Estoy atada a Jace.

—Te daré la libertad, Blair, dame la oportunidad de hacerte feliz a ti y tus hijos, los amaré como si fueran míos.