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Narra Harvey.

—¿Qué sucede?. —guardé el celular para encaminarme hasta la puerta.

—Está con Tanner. —solté frívolo, sintiéndome impotente; no pudo haberme hecho esto.

—¡Aguarda un segundo! -me tomó del brazo para impedir que saliera. —. ¿Qué pretendes hacer?.

—Buscarlo —me solté de su agarre. —, tiene que explicarme qué demonios hace en su cama.

—Tienes que relajarte, Mike no sería capaz de —, ¡Tuvo sexo conmigo cuando estaba ebrio!. —concedió una bofetada en mi mejilla volteando mi rostro.

La miré atónito apenas reaccioné.

—Hablas de la persona que amas, Harvey. Ten más respeto. —me despojé del saco para lanzarlo al sofá.

—¿Y qué se supone que haga?, no volverá después de todo lo que pasó.

—Y aún así no puedes reprocharle absolutamente nada, no tienen una relación. —tragué duro.

[...]

Narra Mike.

—me removí en el espacioso colchón sintiendo mi cabeza retumbar. Me incorporé haciendo presión en mi sien, observando perplejo mi pecho desnudo, lo cubrí de inmediato con las sábanas analizando mi entorno. Este no es mi apartamento. —Tardaste en despertar. —dirigí mi atención a la puerta.

—¿Tanner?.

—Oh, ¿esperabas a alguien más? —se acercó junto con la pequeña mesa de madera sujeta entre sus manos. —. ¿Harvey tal vez?. —parpadeé incrédulo, sintiéndome pequeño al mirarlo desde abajo.

—aclaré la garganta intentando articular las palabras adecuadas mientras el dejaba el desayuno frente a mí. Mi mente nunca antes había sido tan inútil como ahora.

—¿No recuerdas lo que sucedió en el bar?. —un rostro difuminado se coló de golpe en mi memoria.

—Eras... ¿tú?. —asintió con una sonrisa gloriosa tras colocar ambas manos alrededor de su cintura.

—Oye, para tener memoria fotográfica olvidas muy rápido los rostros.

—Estaba ebrio —confronté con un tono de obviedad. —. Lamento los inconvenientes, pero tengo que irme. —aparté la mesa para ponerme de pie, cubriendo la mayor parte de mi cuerpo con las sábanas.

—Tendré que prestarte uno de mis trajes, ayer vomitaste en el de ambos y aún no están listos. —suspiré agobiado, ignorando su presencia al dirigirse hasta un buró.

—¿Qué estabas haciendo en ese bar?. —soltó una pequeña risa para tomar un traje cobalto, entregandomelo.

—Quería encontrarme con Harvey pero de camino a Pearson Hardman te vi por la ventana. Por cierto, ¿cómo planeas presentarte a trabajar sin tu credencial?. —sentí mis pupilas dilatarse. —¿Renunciaste, Mike?. —negué con levedad para tomar el traje. —En ese caso déjame llevarte.

—No es necesario. —pretendía ir al cuarto de baño cuando me detuvo, tomando mi antebrazo con un poco de fuerza.

—¿Es así?. —entrecerré ambos ojos intentando descifrar sus intenciones, hay algo muy extraño en todo esto.

—Debo irme. —advertí solemne y el me soltó segundos después, portando una sonrisa cretina.

Siento que corro peligro con este sujeto.

[...]

—visualicé la puerta de mi casa con melancolía, no es muy inteligente regresar aquí después de renunciar pero por el momento no tengo otro lugar. —Mike, necesitamos hablar. —pegué un brinco tirando las llaves al suelo por el susto repentino.

"Irreversible"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora