capítulo 17

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-Nadie te apartara de mi hijo- sentencio el alfa.-Mi manada es fuerte,podemos hacerle frente a lo que venga.

Bill se sintió egoísta al escuchar las palabras de Gordon, si se negaba a ir,sabía todo lo que le ocurria a la manada que le había dado tan buena acogida. Cuando había paseado por el poblado había visto a muchos cachorros jóvenes acompañados de sus protectoras madres ,el pensar en lo que podría ocurrirles si el consejo los declaran rebeldes ,hizo que su estómago se revolviera.

-Ire-hablo Bill, luchando contra el temblor de su voz.-esta manada es ahora la mi manada. Haré todo lo que esté en mis manos para que nadie salga lastimado ,si puedo evitarlo-

Tom suspiro cansado, durante toda la semana temía a la reacción de Bill. Pero una vez más el pequeño felino le demostraba que era fuerte,que era la digna de un alfa. El también se sentía preocupado ante lo que podría suceder ,su lobo gruñia sólo de pensar que un desconocido se atreviera a revisar a su pareja y a su cría, pero tenía toda su fe puesta en que el alfa de los gatos monteses entrará en razón sin llegar a eso extremos. Era algo demasiado íntimo como para que fuera expuesto ante todos ,como si su pareja fuera alguna atracción de circo.

El alfa se ofreció a recoger el desorden, dejando que Tom llevara a su asustada pareja a la habitación que compartían desde hacía una semana.

Apenas cerraron la puerta tras ellos, Tom jalo el cuerpo de Bill contra el suyo.

-Te amo- susurra contra los labios entre abiertos de Bill. -No dejaré que nadie nos separen-

Un beso siguió a otro, las manos grandes y fuertes del lobo eran suaves,cuidadosas, el tocar a Bill. Tom había hecho traer ropa para su amor,esa camisa que ahora vista su pastelito lo hacía ver sexy. Durante toda la cena, a pesar de los pensamientos deprimentes, lo tenía loco el ver esa poca piel pálida que se revelaba al haberse abiertos dos botones,las tetillas que se encrespaban buscando ser tocados.

-Te deseo-jadeo más que hablar ,al sentir el mordisquito de Tom bajo su oreja derecha.-Necesito que me hagas el amor...quiero dormir soñando contigo-

Tom lo complació, había descubierto que amaba lo existente que era su dulce pastelito en la cama. Toda esa piel suave color crema era suya,solo tenía que secubrirla prenda a prenda. Despacio ambos se desnudaron uno al otro,de pie se tocaron despertando hambres que no podian ser saciadas en una sola noche. Suaves toques insinuaciones más que hechos concretos, Tom quería ver retorcerse a su amor.

-Eres tan hermoso- observo mientras acariciaba la espalda esbelta de Bill, hasta llegar a su Bien formado trasero -No veo la hora de enterrarme en ti-dijo mientras acariciaba la entrada rosa de Bill.

Las piernas de Bill se negaron a sostenerlo ,los brazos del lobo lo mantuvieron de pie. Un beso caliente,labios ,lengua y dientes todo confabulandose para hacer arder a la joven pareja.

Tom levantó en brazosa Bill,llevándolo hasta la cama lo recostó sobre el colchón. Con gran cuidado se coloco entre las piernas abiertas de Bill,besando polma el pecho hasta llegar al ombligo,no se detuvo hasta escuchar ruiditos desesperados del felino.

Bill se sostenía de los hombros de su pareja, mientras el lobo introducía con una crema que la matrona les había traído como obsequio de apareamiento. La sensación tan íntima, al sentir como si entrada era invadida ya no por un dedo sino por tres, lo hacía gritar. Una muy íntima parte de su cerebro le decía que probablemente toda la maldita aldea podía estarlo escuchando, pero para esas alturas poco le importaba si esta a mirando por las ventanas. Necesitaba a Tom, y rápido.

El lobo se aseguro de tener a us pastelito listo para ser tomado, una vez queblo sintió lo suficientemente dilatado,lo penetro despacio. Amaba ver las reacciones de Bill amante con cada centímetro de su pene entrando en el, sabía que era un pervertido morboso por exitarse así solo de ver a Bill tan entregado. Podría hacer un video de eso se vendría solo con mirarlo en su televisor.

Cuando el lobo atrapó a su gatito Donde viven las historias. Descúbrelo ahora