La prueba (2)

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Era el segundo día, quedan 54 horas restantes del tiempo límite de la prueba, y Toji ha iniciado su segundo viaje. En esta ocasión se irá a encontrar a una región poco poblada, un lugar donde no sería extraño que se escondiera un demonio, pero es demasiado extraño que lo use como su única fuente de alimento, interesado en porque un demonio haría una elección tan extraña se dirigió al lugar, llegando rápidamente en menos de 15 minutos y empezó la misma historia, buscar pistas, encontrar el lugar dónde está el demonio.

Hasta ahí llegó la parte fácil, lo complicado será derrotarlo, pues el plan A era nuevamente atacar al demonio por sorpresa y matarlo rapidamente, pero dicho demonio tiene una técnica de sangre bastante peculiar, pues puede ver 2 segundos en el futuro, por lo que el ataque sorpresa de Toji no funcionó, y así la pelea fue algo reñida, el demonio no estaba al nivel de Toji pero poder predecir sus movimientos le permitió estar a la par, sin embargo, Toji ya estaba planeando como matarlo, pues cortarle la cabeza sería difícil al ser que el demonio tiene tiempo de sobra para esquivar sus ataques, por lo que debería llevarlo al sol, siendo alrededor de mediodía debería ser sencillo que la luz solar mate al demonio.

Pero había algo que ha intrigado a Toji desde el inicio, ¿Por qué un demonio elegiría un lugar despoblado como zona de operaciones? Al ver la técnica de sangre del demonio lo entendió: el demonio se comió a casi toda la gente, eso explica porque su técnica de sangre es tan buena con respecto a su nivel, dos segundos en el futuro es demasiada ventaja en una pelea, lo normal sería que solo pudiera ver medio segundo en el futuro o algo así, pero al ingerir tanta gente tiene la capacidad física y mental suficiente para predecir un periodo tan amplio como lo es dos segundos, así como evadir los ataques del presente. La pelea continuaría de este modo por un rato, con Toji atacando y el demonio esquivando, prediciendo perfectamente sus movimientos, sin embargo, realizar un ataque hacia Toji es algo difícil, es un monstruo a la hora de pelear, su velocidad, sentidos, reflejos, estilo de pelea, resistencia y fuerza no son las que debería tener un humano, es un ser que superó los límites que tiene el ser humano, todo debido a su condición de nacimiento, y así continuaría la pelea, Toji arremete contra el demonio pero simplemente no puede darle, a su vez que el demonio no puede hacer nada más que evadir los ataques de Fushiguro, y el colmo de esto es que el escondite era una cueva natural, con una estructura lo suficientemente buena como para soportar un par de golpes de Toji, y suficientemente profundo como para enterrar a ambos en caso de un derrumbe.
Obviamente el plan no es derribar la cueva, hay una colina encima de la misma por lo que no es una opción, sin embargo, existe una opción más factible, y es que Toji podría hacer que el demonio huya hacia la entrada de la cueva, donde podría orillarlo a la salida, donde la luz del sol la podría dar, sin embargo el reto más difícil será lograrlo, el demonio podría descubrir sus intenciones y escapar de vuelta a la cueva, además de que acorralarlo sería una tarea laboriosa, pero es el método más seguro para acabarlo, y así inicia la acción de Toji, con el dirigiéndose rápidamente a la espalda del demonio, el demonio puede ver los movimientos de Toji, por lo que puede esquivarlo, sin embargo ha caído en la trampa, ahora viene la segunda parte, llevarlo a la entrada de la cueva.

Por obvios motivos, Toji no cambiará su técnica para que lo mate el sol en lugar de su espada, pero es cierto que de darse el caso sería favorable que llegase a cortarle la cabeza y así se ahorra la molestia de llevarlo hasta la entrada, pero siendo realistas es casi imposible acertar un ataque que el enemigo ya vió desde antes que fuera hecho, y continuó atacando, arremetiendo con fuerza al demonio, desplazandose rápidamente y utilizando armamento que preparó previamente para aturdir al demonio, lamentablemente no funcionó, siendo que el demonio evitó por completo los ataques, sin embargo, en un momento de suerte para Toji, logró arrinconar al demonio en un espacio cerrado, era desfavorable a la hora de blandir la espada, pero Toji no es alguien que combate sin un arma de respaldo, por lo que sacó una pequeña daga que le regaló un antiguo cliente de su epoca como asesino, una daga que le sirve bastante a la hora de combatir demonios, no puede matar al demonio aún si le cortas la cabeza, pero puede cortar al demonio y atravesarlo, aunque no lo mate puede cortarlo, y aprovecharía el espacio cerrado para quitar la atención del demonio, distrayendolo con la katana mientras que con la daga cortaba una de sus piernas, impidiendo así que continue por un breve momento, el cuál sería aprovechado al máximo por Toji, logrando así reducir por un momento la movilidad del demonio, el cual trataría de huir ante el monstruo que se encontraba tras su cabeza, pero su cuerpo ya no respondía tan bien como antes, la herida de la daga había curado, pero en ese pequeño lapso de tiempo Toji ya había usado su katana en las extremidades del demonio, aunque pudiera ver su futuro ya no sería tan fácil esquivarlo, por lo que en su lecho de muerte, el demonio sintió el terror de la muerte, ese miedo que se encuentra en el fondo del alma de aquellos que no están listos para morir, de aquellos que temen al final y de aquellos que quieren escapar de su castigo divino.

En sus últimos momentos, el demonio solo alcanzó a recordar su vida humana, recordando como es que era un farsante, un falso vidente que estafaba a sus víctimas haciéndoles creer que tendrían vidas afortunadas hasta que un día fue descubierto, con la gente insultandolo mientras era golpeado y apedreado por la multitud, había estafado a mucha gente y este era su castigo, sin lugar a donde ir, decidió buscar un nuevo refugio, un nuevo lugar donde comenzar a hacer dinero otra vez, pero sería en este momento donde el rey de los demonios, Muzan, le otorgaría una segunda oportunidad, convirtiéndolo en un demonio, y volviéndolo un vidente de verdad, y con el deseo de venganza impregnado en su carne, decidió volver a aquel pueblo que lo purgó como si fuese culpable de algo, desde su punto de vista el era el único que era una víctima aquí, y Muzan era el único que le brindó apoyo en su momento de vulnerabilidad, purgó este pueblo llevándolo a su casi desaparición solo para terminar en esa cueva, acorralado y al borde de la muerte por un monstruo que salió de la nada, uno con el objetivo de enviarlo a las puertas del más allá definitivamente, lo cual se volvería realidad, con Toji cortando la cabeza de este demonio escurridizo de una vez por todas.

Una vez Fushiguro cortó la cabeza del demonio decidió partir de una vez por todas, con el último demonio en su lista, preparado para lo que viniese después, preparado para combatir con un nuevo contrincante que supiera esquivar y escapar, se aseguraría de acertar su ataque sorpresa, y aún si fallara, estaría listo para una pelea larga.

Toji en Kimetsu no YaibaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora