La prueba (3)

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Solo faltaba un demonio para ingresar oficialmente a los cazadores de demonios, así como 18 horas restantes para completar este desafío (el demonio fue asesinado quedando 34 horas, el resto del tiempo fue usado en descansar y en comer, así como una plática que tuvo con una señora), sin saber que acababa de matar a una escoria entre las escorias, Toji se dirige al lugar donde está su último objetivo, y resulta ser nada más ni nada menos que el centro de Tokio. El nivel económico y tecnológico del lugar resalta a la vista, se dice que ha habido una cantidad notoria de avistamientos de posibles demonios, así como múltiples desapariciones y algunos rastros de sangre en el área.
La cantidad de reportes indica que se trata de un demonio poderoso o de múltiples demonios, incluso en el peor de los casos podrían ser ambas opciones, con esta información Toji se sube a la azotea de un edificio, desde donde puede contemplar la vista de la ciudad, observando cómo, en efecto, había rastros de demonios por toda la ciudad, unos más débiles que otros, pero igualmente notorios para los sentidos del hombre, incluso notaba un rastro demoníaco acercándose a el...¡Acercándose!.

Rápidamente Toji logró cortar la cabeza del demonio, pero algo no cuadraba, aunque el demonio ya estaba muerto su rastro no cuadraba con el que se encontraba esparcido por la ciudad. Como la ciudad grande que es Tokio, es normal que la cantidad de demonios sea más alta que en otros lugares, y por lo mismo el rastro que dejan los mismos es mayor, pero incluso así, el rastro que percibía Toji no era uno que encajara con el que debería ser, algo extraño pasaba aquí, la cantidad de demonios era realmente alta, podía sentirse en el aire, y con esto en mente Toji decidió explorar con más detalle la ciudad.
Había demonios en bastantes lugares, encontrarlos era tan frecuente como encontrar ardillas en un parque, no estaban a simple vista pero aparecían seguido, iba matando a los demonios rápidamente, la mayoría parecían ser bastante débiles en comparación a los que había encontrado, no habrían comido a más de 10 personas, pero la cantidad de este tipo de demonios era inusualmente alta, era como si estuviesen apareciendo aquí en Tokio, como si aquí estuviera la causa de su aparición. Pero Toji prácticamente no tenía manera de saber que era lo que originaba a los demonios, solo sabía que un tal Muzan Kibutsuji era el que convertía a humanos en demonios, pero no tenía ni idea de como se vería, si sería un demonio con rasgos demoníacos notorios o si tendría una apariencia más sutil, esto era confuso para Toji, por más que matara demonios no encontraba al demonio de su objetivo, los demonios en la ciudad se reducían conforme Toji continuaba avanzando, hasta que encontró a un demonio un poco más fuerte que los demás, era este el demonio que buscaba.

Iniciando una pelea corta, este demonio se notaba que había comido más personas que los demonios más débiles de hace rato, su técnica de sangre lo demostraba, capaz de teletransportarse en un radio de 15 metros, se notaba que era medianamente hábil con su técnica, logrando esquivar por poco varios ataques lanzados por Fushiguro, aunque era más poderoso que el demonio vidente a nivel físico, este no podía predecir sus movimientos con tiempo, lo cuál era una ventaja enorme respecto a su anterior batalla.

Este combate no sería tan largo como el anterior, el hombre se encontraba en una clara ventaja en cuanto a combate físico con respecto al demonio, en una serie de movimientos ágiles por parte del demonio, lograría teletransportarse con Toji de a poco hasta elevarlo alrededor de 126 metros sobre el suelo, aunque era obvio que para cualquier cazador de demonios está caída podría ser ligera, incluso inofensiva para los más fuertes, no perdía la oportunidad de no darle al enemigo prácticamente ninguna oportunidad de esquivar, lamentablemente para el demonio, el hombre al que estaba enfrentando no era un cazador normal en lo absoluto, sino alguien que es capaz de luchar incluso con los puños y salir victorioso, en un intercambio de ataques, el demonio lanzaría golpes que buscarían atravesar a Toji, pero que a lo mucho dejarían marcas que se quitarían en unos minutos, como máximo dejando unos leves moretones con los golpes más fuertes que podía dar, era como golpear un muro.

Con Toji luchando contra la ráfaga de ataques del demonio, la cuál gracias a la teletransportación venía de todos lados, este combate continuaría de este modo, una batalla en caída libre entre un cazador que sabía controlar su cuerpo a la perfección y una bestia que era capaz de "moverse" en el aire, la caída fue relativamente corta, el intercambio de ataques fue algo intenso, los golpes del demonio no eran fuertes, pero eran rápidos, había que admitir que el demonio era ágil al atacar, pero no serviría de mucho, pues en aquella batalla, en esa caída libre, Toji lograría decapitar al demonio exitosamente, al llegar a la superficie solo habría quedado Toji, en un ágil movimiento con la espada el hombre habría cortado la cabeza del demonio antes de que llegase a teletransportarse.

Este se supone que era el tercer demonio de su prueba, por lo que había pasado como cazador, pero algo se sentía raro, en el aire la sensación demoníaca seguía presente y no se debilito casi nada tras la muerte del demonio.

Con curiosidad por saber la fuente de tan repugnante esencia Toji se dirigió al lugar de origen donde detectaba dicha esencia, y lo vió ahí, un demonio sin igual, con una presencia como la de ningún otro, aunque para Toji no era intimidante, era de admitir que el demonio era fuerte pese a parecerse a ¿Michael Jackson?.

Como sea, decidiendo ir por todo en una prueba personal por medir su fuerza, Toji fue sin dudas a cortar la cabeza del demonio, su cabeza se desprendió exitosamente de su cuerpo pero.. no era normal, el cuerpo de ese demonio no era normal en lo absoluto, como alguien con sentidos mejorados, pudo escuchar más de un latido en su cuerpo, por lo que era de asumir que era posible que tuviera más de un corazón, y al no morir el demonio era creíble que ocurriera lo mismo con la cantidad de cerebros.

El demonio unió su cabeza de nuevo, sorprendido y aterrado por la presencia de este cazador desconocido, ni siquiera notó su presencia, pero no era igual que ese antiguo cazador, no era igual que aquel que nació con las respiraciones, el hombre frente suyo no usaba respiraciones, usando su fuerza física pura ya era un monstruo, pero eso significaba que no podía ver a través de él, este hombre tenía una de las mayores desventajas en esta pelea, y eso era no saber el punto débil del demonio, sin embargo este hombre sabía disfrazar su presencia con el ambiente, era como si lo hiciera naturalmente, por lo que en la pelea perderlo de vista sería molesto.

Por el lado de Toji analizaba la situación de forma lógica, tenía sentido que el demonio no hubiera podido bloquear su ataque de algún modo, no tenía forma de predecirlo a diferencia del demonio de la cueva, así como no tenía forma de detectarlo hasta que le cortó la cabeza, pero el problema ahora era que perdió el factor sorpresa, y el demonio encima estaba en perfectas condiciones. Era lógico que los cazadores de demonios no hubieran podido detectar al rey demonio, si no hubiese sido por sus sentidos capaces de detectar el rastro demoníaco que dejaba detrás era muy poco probable que se hubiese podido percatar, luce como una persona normal, salvo sus ojos no tiene ningún rasgo que lo distinga de los humanos en su apariencia, era inevitable que estuviera forzado a pelear, forzado a buscar a ciegas uno o varios puntos débiles completamente a ciegas, todo mientras se esforzaba por bloquear y esquivar los ataques del demonio.

Con estos dos lados terminando de analizar al oponente la pelea iniciaría.

El primer demonio vs El (ex)asesino de hechiceros.

Toji en Kimetsu no YaibaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora