𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦 ↻ choi soobin © [+18]

04.- 𝗦𝗪𝗘𝗘𝗧 𝗕𝗨𝗡𝗡𝗬

Omegaverse (?)

Mirándolo con esos enormes ojos cristalinos por tus lágrimas, con las mejillas sonrojadas y los labios arrugados en un tierno puchero. Te ves tan linda.

—¿Ansiosa, cariño? —asentiste rápidamente, aprietas tus muslos tratando de aliviar un poco la incomodidad que tu humedad dejaba en tu entrepierna, tu pequeña y esponjosa cola de conejito se mueve demostrando lo desesperada que estás por él—. Tu celo acaba de llegar, así que imagino que por eso estás como estás, tan ansiosa y desesperada por una polla que llene tu lindo coño de conejito.

Jadeante y un poco intranquila te acercaste a él rozando tu intimidad contra su gran muslo, tu eras una linda y tierna conejita y él un atractivo y seductor lobo feroz.

Te tomó de la cintura y acercó su cara a tu cuello, respirando tu aroma y lamiendo para luego dejar un beso dulce. Deslizó su mano por la curvatura de tu espalda hasta llegar a tocar tu esponjosa colita, jugó con ella un rato haciéndote gemir por la sensación tan placentera. Te hizo bajarte de su regazo posicionándote justo en medio de sus piernas donde un bulto grande se encontraba escondido en su pantalón gris.

—Dame una buena mamada antes de poder follarte, preciosa —ordenó. Inmediatamente comenzaste a bajar su pantalón junto con su bóxer, liberando a su enorme polla rojiza derramando ya líquido preseminal. Diste un lengüetazo a su punta y succionaste levemente, tu lengua jugueteando por su circunferencia y tus manos ayudándote a masajear todo su falo. Acomodó algunos de tus mechones fuera de tu rostro y tomó tu cabello en un moño desordenado para que pudieras hacer mejor tu trabajo. Minutos pasaron y continuabas lamiendo tan asombrosamente su miembro, dio unos suaves golpes en su muslo indicándote que pararas y lo mires—. Eres muy buena cariño. Ahora quiero que te acuestes en la cama y no hagas el intento de tocarte o me veré en la lamentablemente situación de castigarte, ¿entendiste?.

—S-sí, señor.

Se acercó a las ventanas de su habitación compartida y se aseguró de bajar correctamente las cortinas para evitar que algún tonto se le ocurra mirar y encontrarte en esa condición tan sumisa y tiernamente linda. Tu eres su tierna conejita y él como buen dueño que es, no podía permitirse que alguien más viera lo que le pertenece.

Se acercó hacía ti y bajó tu linda braguita arruinada por tu humedad deslizándola por tus piernas a hasta quitártela y arrojarla a un lugar de la habitación, dio un largo lengüetazo  en toda tu feminidad y rozó su nariz con tu clítoris haciéndote temblar y jadear.

—Mmm, sabes tan bien, conejita —conectó su mirada con la tuya y sonrió cínicamente—. Tan dulce y delicioso que podría comer tu coño todo el tiempo —dio otra lengüetada que te hizo gemir más fuerte y ruidoso.

Se levantó y tomó tus piernas abriéndolas lo suficientemente para que pudiera ver tu pequeña entrada revoloteando alrededor de la nada, esperando a ser llenado por una gran polla. Escupió en tu coño y su saliva se derramó en tu entrada, puede que ya estés más que mojada pero nunca está demás una lubricación extra. Agarró su polla con una mano y bromeó contigo un rato antes de embestirte con rudeza, tus ojos se cerraron y tu boca se abrió en una gran "O" indicándole lo bien que te sentías con su polla golpeando en tu interior.

—Mi linda, conejita, ¿ya estás feliz? —habló aireadamente, sus caderas no dejaban de moverse y su voz un poco ronca te hacía un efecto secundario en tu mente—. Ya por fin obtuviste lo que querías, una gruesa polla que llenará tu coñito con su semen —dio una estocada demasiado fuerte que hizo que tus tetas rebotaran logrando que sus ojos se desviaran un poco de tu rostro.

Sujetó con fuerza tus caderas y de un rápido movimiento te volteó quedando en cuatro, acarició tu linda colita esponjosa y rápidamente volvió a embestirte con fuerza. Las pupilas de sus ojos se dilataron al verte tan lasciva, sujetó tu cabello con rudeza y acercó tu espalda a su pecho logrando que te embistiera con más rapidez.

Tus orejitas pesaban, tus gemidos eran más fuertes y sentías en tu vientre ese nudo que indicaba que muy pronto tu orgasmo te atacaría. Sentiste como bajó una mano y comenzó a acariciar tu clítoris, sus gruñidos en tu oído y sus dedos enterrados en tu piel era tan excitante.

Sus colmillos se dirigieron a tu cuello y depositó una mordida, te había marcado y ahora era símbolo en tu hermosa piel.

—Estoy cerca —lograste avisarle, lloriqueando y con la lengua de fuera.

—Entonces córrete, linda conejita, empapa mi polla con tus dulces jugos —volvió a pegar tu pecho contra el colchón y sujetó tu cabello con fuerza dando estocadas más rudas y profundas. Dejó varios golpes en tus nalgas dejando la marca rojiza de su gran mano—. Vamos, amor. Dame tu lindo orgasmo.

Diste un fuerte gemido y todo tu cuerpo empezó a temblar, tus orejitas paraditas y tu colita esponjosa se movía ligeramente. Sus embestidas no pararon hasta que derramó todo su semen en tu coño que lo apretaba más de lo normal.

—No hay que desperdiciar ninguna gota, linda —acarició tu frente sudada—. Sí quieres a mis bebes tendrás que mantener mi semen caliente en tu hermoso e hinchado coñito—besó tu mejilla y asentiste.

—Gracias~

—No hay de qué, conejita — se acomodó a tu lado abrazando tu cintura y apagándote a él—. Solo espero que tu hagas lo mismo cuando se mi turno.

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11/12/2023