𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦 ↻ choi soobin © [+18]

03.- 𝗡𝗢𝗧 𝗦𝗛𝗬

¿Alguna vez has escuchado la frase "Los tímidos son los más sucios"?.

Pues Choi Soobin era la clara definición de aquello.

Jamás llegaste a imaginar que el callado, tímido y dulce chico amante del ánime fuera tan rudo, es decir, él parecía ser alguien que no le gusta lastimar a los demás y que siempre busca ayudarlos, tiene buenas notas aunque matemáticas no sea su fuerte.

Digo "parecía" porqué el chico acababa de mostrarte todo lo contrario.

Y es que ¡Dios! ¡¿como puede follar así de rico?!.

Habías ido a su casa porque ambos tenían que hacer un trabajo en parejas que el profesor de literatura había encargado como proyecto del parcial, al principio pensaste que sería cuestión de 2 horas terminar el trabajo, charlar, conocerse un poco más y después irte a tu casa, algo fácil.

¡Ja!, fácil.

Aún no comprendías del todo bien como habías llegado a tal situación, él te tenía sentada pegando tu espalda a su pecho mientras su mano derecha te metía los dedos y su mano izquierda apretujaba tus pechos. Solo llevabas tu falda de la escuela y tus calcetas largas, así que era demasiado fácil para él manosearte todo lo que quisiera.

—Joder, tienes el coño demasiado apretado —habló mientras depositaba besos en tu cuello y hombro—. Apenas y puedes soportar dos de mis dedos, ¿Qué será de ti cuando te meta la polla?.

Soltaste un gemido cuando lo oíste hablar, mierda, nunca te había prendido tanto que un chico te hablara así de sucio. Pero es que Choi Soobin era increíblemente bueno y atractivo que producía en ti todos los sentimientos posibles.

Tomó tu mentón haciendo que lo mirases, depositó un beso en tus labios y luego comenzó a meter más rápido sus dedos haciendo que más gemidos y jadeos saliesen de tu boca, amortiguados por el beso que estaban compartiendo.

—Chupas mis dedos tan bien —elogió, observó tu rostro, tenías el ceño ligeramente fruncido, tus labios entre abiertos jadeando y soltando suspiros de placer, tus mejillas sonrojadas por lo caliente del momento y tus ojos llorosos viéndolo suplicante porque te follase en ese instante—. Te miras tan bonita con la lengua de fuera —se burló—. Si me sigues viendo así no me contendré y te follaré hasta que no lo puedas soportar y termines desmayándote después de un buen orgasmo.

—Por favor~... —pediste, tu mente estaba en blanco, lo único en lo que podías pensar era en como sus dedos te estaban abriendo.

—¿Por favor qué? —detuvo sus embestidas con los dedos y pasó a frotar tu clítoris con su pulgar.

—Por favor, folláme —susurraste, tus ojos se cerraron disfrutando su toque.

—¿Podrías repetirlo otra vez? —el maldito tenía una sonrisa cínica en su hermoso rostro—. No te escuché bien.

—Folláme...¡FOLLÁME! ¡Por favor! —gritaste mientras sus dedos no dejaban de entrar y salir con una fuerza y rapidez exorbitantemente buena.

—Lo que mi hermosa puta desee —besó tus labios a la par en que sacaba sus dedos de tu interior, dejaste salir un jadeo cuando ya no sentiste algo rellenando tu cavidad—. Acuéstate boca arriba.

Te acostaste en su cama mientras veías como se acercaba su mesa de noche y dejaba sus lentes mientras se quitaba su ropa, para luego tomarte de los tobillos y acercarte a él rozando sus intimidades creando una placentera fricción.