•Megumi•

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No ocurrió nada nuevo desde tu cumpleaños con Satoru. El al igual que Shoko tuvieron que irse para cumplir con sus deberes de hechiceros, por lo que no hubo tiempo para explorar eso que te parecía tan excitante.
Si, tenías que estar ciego si no te dabas cuenta que Satoru era increíblemente apuesto. No eras idiota. Pero jamás se te hubiera ocurrido que algo pasaría entre ambos.
Y ahora no podías dejar de pensar en que pasaría si tuvieran un segundo a solas.
Maldita sea.
Te encontrabas sonriendo con pena a tu segunda conquista de la semana mientras lo hechabas sutilmente de tu departamento.
Simplemente no habían provocado en ti lo que Satoru con ese beso en el bar. Y solo quedabas insatisfecha.
- mira tu rostro, ¿Acaso dormiste?- pregunto Shoko fumando un cigarro mientras la mirabas mal y preparadas café- no se de dónde sacas tanta energia-
- ¿Nunca te ocurrió? - preguntaste curiosa- ¿Sentir que nadie da la talla? ¿Que siempre te falta algo?-
- seguimos hablando de sexo ¿Verdad?- pregunto ella divertida pensando que te habías enamorado de alguna de tus conquistas
- me siento todo el tiempo insatisfecha - admitiste - me aburro, no puedo evitarlo, y termina siendo incómodo tener que hechar a alguien de tu departamento -
-dimelo a mi, cuando termine con el hechicero se puso a llorar en la puerta- frunció el ceño ante el amargo recuerdo- salimos solo dos meses -
- ¿Moriremos solteronas?- bromeaste pasándole una tasa con café negro - si llegamos a los 40 solteras podríamos casarnos. Eso me haría sentir mejor-
-vivir juntas, podríamos adoptar un gato- sugirió ella
-asi empezó la vecina, ahora tiene 5-  bromeaste nuevamente recordando a Clarise quien vive en planta baja- no te lo recomiendo -
-tienes razon- luego de unos segundos de silencio miro su reloj- oye ¿No tenías un compromiso?-
Tu rostro palideció.

-¡Megumi!- saludaste al joven alegre mientras lo veías sentado en las escaleras de su hogar. El y su hermana estaban bajo el cuidado de Satoru quien se encontraba en una importante mision- lo siento, lo olvide- admitiste avergonzada
El joven adolescente asintió con seriedad mientras se levantaba.
- Gojo se olvida de mi todo el tiempo- fue lo que dijo como respuesta. Se te estrujó el corazón.
No tenías mucho contacto con el, pero si te habías encariñado, puesto que era algo así como un primer estudiante para ti.
- es la última vez lo prometo- el niño rodó los ojos- ¿Que te parece si vamos al parque? Hoy toca teoría de los rituales, podremos tomar algo de aire fresco -
El chico solo asintió, caminando hacia ti y luego encaminandose al parque contigo siguiéndolo. Era algo extraño, muy cohibido y serio para su edad.
- ¿Cómo está tu hermana? - preguntaste iniciando conversación
- aún en coma-  se encogió de hombros- Gojo se encarga de que la cuiden como corresponde -
Aunque los niños estuvieran a cargo de una niñera todo el tiempo desde pequeños,  Gojo se encargaba de que nada les faltase. Eso te hizo sonreír. Nunca pensaste ver a Satoru ejerciendo como tutor.
- espero que Tsumiki de mejore- le brindaste una sonrisa de tranquilidad. Habían llegado al parque, tan solo a dos cuadras de la casa en la que los fushiguro vivía, habían tomado lugar en una banca donde habían exparsido algunos libros- bien, esto es lo que veremos hoy-
No no solías enseñarle cosas prácticas, de eso se encargaba Satoru. Tu preferias impartir clases de teoría.
Había descubierto que le gustaba mucho leer por lo que llevarle libros nuevos y discutirlos de había convertido en una rutina.
- ¿Entonces cuál es tu clan? - pregunto el curioso con seriedad mientras hablaban de los rituales hereditarios.
- mi clan ya no existe, solo soy yo- te encogiste de hombros- nuestro poder se basa en la biología. Entendemos sobre nuestro cuerpo, como se compone, y como funciona fisiológicamente. Estudiamos cada aspecto y podemos modificarlo - el chico pareció interesarse ante esto ultimo- por ejemplo, puedo manipular mis células y su ciclo de vida para curarme con mayor rapidez, o también activar receptores sensoriales para aumentar mis sentidos- sonreiste orgullosa- no solo de mi cuerpo, también de los que me rodean-
-genial- respondió solamente el pelonegro tomando su tiempo para pensar - ¿Puedes hacerme más fuerte? - pregunto con curiosidad
- puedo hacer que tus músculos obtengan más fuerza de contraccion para golpear con más fuerza. Pero cuando el efecto se acabe te sentirías agotado en exceso por haber gastado más energía de lo que tu cuerpo acostumbrado - te encogiste de hombros- es útil, pero la energía no se crea, solo se transforma, y todo tiene su precio-
- mi poder no es tan asombroso- murmuró el bajando la vista algo apenado. Recién comenzaba a dominar algunos shinigamis básicos, conejos o lobos guardianes que los seguían a todos lados
-tu tienes un gran potencial Megumi- colocaste una mano sobre su hombro reconfortandolo- Gojo lo sabe, incluso podrías patear su trasero algún dia-
-¿Tu crees que podría ser así de fuerte?- pregunto emocionado por primera vez desde que lo conocías
-creo que puedes lograr cualquier meta que te propongas -

Satoru Gojo - OneshotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora