DE CERO A INFLUENCER

Lo estoy haciendo mal! CAP #3

MI PREGUNTA ES: ¿Qué estoy haciendo mal, cuales son mis errores?

Me he tenido leer esa pregunta varias veces, para poder servirte de la mejor manera posible a través de estas líneas, y si hay algo que he aprendido durante esta última temporada de mi vida, es estar bien atenta a las preguntas que me hago, porque cuando estamos preguntándonos qué estoy haciendo mal, siento como que ya estamos sentenciándolos a que no hay nada bueno lo que ocurre. Y sé lo fuerte y retador que es poder ver lo bueno en medio de las cosas que nos están incomodando tanto, aquellas cosas que nos están haciendo tomar decisiones, o enfrentarnos a cambios, porque por supuesto que el cambio duele.

Ahora vuelvo a tu pregunta qué estás haciendo mal y cuáles son tus errores? Me encantaría poder tenerte aquí al frente para que me digas a qué te estás dedicando y cuáles crees tú que han sido las cosas que estás haciendo mal, porque lo más seguro, es que cuando me lo cuentes me voy a dar cuenta, que lo que para ti está mal a lo mejor para mí no es tanto.

Y consideró que por allí podemos partir esa conversación, ¿por qué creemos que las cosas están bien o mal? Porque ya hay alguien que nos ha dicho lo que es el bien y el mal, y a ese alguien le creímos, y eso qué creímos lo convertimos en una verdad, y eso que creemos como una verdad la perseguimos por el resto de nuestra vida.

Como sé que es cierto lo que te estoy diciendo entonces voy a empezar a sembrar nuevas verdades en ti, y la verdad es que todo está como lo quieras ver o bien o mal, pero para mí en estos últimos años de mi vida me ha servido muchísimo poder pensar que todo está bien, que no hay nada malo que me va a hacer sentir mal, que no hay nada malo que me va a derrotar, que no hay mal que vaya a acabar con mi existencia, al menos que yo misma quiera darle permiso.

Empieza pensando que no todo está mal y que puedes empezar a pensar más bien qué hay detrás de cada una de las cosas que te están ocurriendo hay una verdad divina, hay un tesoro que tenemos que descubrir, y una lección que se puede convertir en un capítulo de tu libro.

Pensar todo el tiempo que está mal las decisiones que tomamos, las consecuencias que vamos atrayendo, las personas equivocadas que llegan a nuestra vida, los momentos inconclusos que se repiten una y otra vez, no nos deja enfocarnos en lo más importante, en nuestro poder.

Y sé que es así porque todas nosotras tenemos dones talentos y habilidades, que a lo mejor ni siquiera hemos usado, por estar pensando en todas las cosas que nos salió mal, en todas las cosas que no me dejaron bien públicamente.

Para mí como artista una de las cosas más importantes siempre ha sido el aplauso después de mi presentación, ese aplauso dice que todo ha salido bien, que el público ha disfrutado del show, que volverían a pagar para verte, pero la verdad es que cuando empecé a hacer drama, reflexiones, y monólogos, me di cuenta que cuando llevas al público a un punto de reflexión, no saben cuándo es que tienen que aplaudir, porque quedan con el corazón abierto queriendo recibir mucho más.

Aprendí a aplaudirme a mí misma cada paso que doy, incluso aplaudirme cuando me equivoco y soy capaz de reconocerlo, ¿y sabes que me ayudó mucho? Que cada vez que no me quería equivocar, era porque quería complacer a alguien más, y me puse a pensar: ¿este alguien más paga mi renta? ¿Este alguien más me soluciona todos mis problemas? ¿Este alguien más aporta financieramente a mi vida? Y la respuesta es no, es no en muchos de los casos, entonces si no pagan mi renta, si no aportan nada positivo a mi vida, ¿por qué voy a querer quedarles bien?

Equivocarme y volver a rectificar, me ha permitido escribir libros como este, y sé que me voy a seguir equivocando y que no es necesario que me muestres perfecta para poder cumplir todas esos anhelos de mi corazón, porque a decir verdad siempre vamos a trabajar con humanos, y los humanos siempre van a querer esperar lo mejor de cada uno de nosotros, y te podrás pasar toda la vida complaciendo a esos seres humanos, y el día que les digas que no, hablará mal de ti.