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𝑮𝒊𝒂𝒚
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— buenas. —sonríe Luana subiendo al auto.
— ¿Cómo estás? —la saludé con un beso en el cachete.
— bien, ¿Dónde tenés pensando ir? —me pregunta subiéndose al auto.
— primero traje unos mates, segundo tengo que ir a ver dos departamentos. —empiezo a manejar mientras le contaba.
Luana asiente, agarra las cosas del mate y empezó a cebar mientras charlabamos. De reojo la mire bien y me di cuenta lo linda que estaba, como el día estaba caluroso solo tenía un pantalón cortó y una remera cortita suelta, se notaba que abajo tenía bikini.
— ¿Haces algo a la noche? —le pregunto, estábamos en un semáforo.
— me voy a juntar con Valentina y unas amigas más. —me pasa el mate.—, Tengo que aprovechar que tu amigo la soltó un toque.
— y le agradezco, nosotros también nos vamos a juntar. —le guiñe el ojo.
— mm que malo sería eso. —me jode y yo la mire mal.—, El GPS dice que llegamos, es en ese edificio. —señala.
Después de estar buscando estacionamiento bajamos los dos, Luana espero a que llegará a su lado para que empezaramos a caminar.
Me presenté con el propietario quién me estaba esperando. Subimos hacia el departamento y empezamos a recorrerlo, me gustaba supongo, tenía balcón con dos mesitas de estar y una hamaca chiquita para tener todo a la vista, tenía una habitación, dos baños, cocina comedor, y sala de estar.
— ¿Les gusta? Es muy lindo y cómodo para una pareja. —nos mira con una sonrisa el hombre, Luana y yo nos miramos.
Pude ver la cara de la rubia, se puso media rojiza y yo solté una risita al verla de esa manera.
— en realidad el depto es para mí, nosotros somos amigos. —me rasque la nuca riendo.
— oh bueno, pensé que...
— ¿Seguimos viendo? —interrumpe Luana haciéndose la boluda.
Me gustaba este departamento, pero teníamos que ver otros más. Después de arreglar en que quedaba de avisarle al señor, con Luana seguimos viaje hacia el otro departamento.
Después de recorrer tanto, me había encaprichado con el primero, me había gustado un montón, a Luana también.
— ¿Por qué tenés esa cara? —se ríe apoyándose en el asiento del auto.
— porque a mí me gusto el primero y el chabon no me contesta. —suspiré devolviéndole el mate.
— y pero ya va a contestar, tenés que tener paciencia. —rueda sus ojos divertida.—, A mí también me gustó el primero.
— y bueno ¡Vez! Tendría que contestarme.
Luana soltó una risita y empezamos a dar unas vueltas mientras seguíamos tomando mates, al final el chabon me terminó contestando y terminamos coordinando para mañana arreglar tema de contratos.
