┅━━━━━┅┅━━━━━┅
𝑮𝒊𝒂𝒚
┅━━━━━┅┅━━━━━┅— ¡Dale boluda! —me reí agarrándole la cintura, no podía correr más.
— no, tenías que atraparme sin hacer trampa loco. —se ríe también mientras me abrazaba por los hombros.
— igual te gane. —le guiñe el ojo y la quedé mirando.
— siempre tengo que preparar todo yo loco, ¿Cuándo me vas a cocinar vos? —me mira indignada.
— yo no sé cocinar, solo asados. —me hago el canchero y me quedo mirando mal.
Estábamos jugando por ver quién hacía el almuerzo, con Luana habíamos salido a desayunar y ahora estamos estrenando depto con un buen almuerzo para dos.
— pero Agus. —habla desde la heladera.—, No tenés nada.
— y recién me mudó Lua, no sé que esperas.
— ¿Entonces qué querés que cocine? —se cruza de brazos.
Verla cruzada de brazos al lado de la heladera, se me hizo difícil no mirarla entera, las piernas, su abdomen...
— Giay, te estoy hablando. —se remueve nerviosa y yo me reí.
— vayamos a comprar entonces rubia, vamos. —agarré mis llaves del auto.
— ¿Y tu hermano? ¿Ya se fue? —pregunta agarrando su bolso, salimos del departamento.
— nop, se fue a pasar el día con unos amigos, ni idea. —hice hombritos mientras esperábamos el ascensor.
Subimos y bajamos hasta el estacionamiento, entramos al auto y fuimos a comprar, estábamos cagados de calor, no veía la hora de que se acabe todo esto, aunque quedaba mucho, estábamos a fin de año recién.
Bajamos a comprar, según Luana iba a hacer unas hamburguesas caseras con papas fritas, yo sólo acepte. Estábamos buscando las cosas, yo buscaba la comida y Luana busco para tomar.
Aproveche para agarrar un chocolate dos corazones. Luana vuelve al lado mío con una coca en manos.
— no me decidía. —suspira poniendo en el carrito.
— vamos entonces. —le sonreí, la abrazo por los hombros y seguimos caminando.
Pagamos y salimos. Llegamos a casa y Luana se puso a cocinar mientras yo la miraba, veía las caras de asco que hacía cuando tocaba la carne cruda y yo me reía.
Cómo el día se prestaba y encima, yo ya estaba de vacaciones, agarré un vaso para preparar un fernet. Luana seguía con sus caras y fue peor cuando le puso los huevos y demás condimentos.
— a la noche te hago un asado ¿Querés? —la abrace por detrás agarrando su cintura.
— obvio que voy a querer. —gira su cara para mirarme.—, ¿Invitamos a los chicos?
— sip. —le robe un beso y ella soltó una risita.
La empecé a ayudar a cocinar, estaba encargandome de las papas yo, Luana empezó a darle forma a la hamburguesa pero se estresaba porque según ella no quedaba como le gustaba.
