La pareja estaba de camino a un restaurante, planearon encontrarse con un amigo cercano, Franklin.
Entraron al elegante lugar y vieron a su amigo en una mesa apartada.— ¡Franklin! ¿Cómo estás?
— Muy bien, me alegra verlos, están mas viejos. — Bromeó y los tres soltaron carcajadas bajas.
Tomaron asiento esperando para pedir la orden de comida.
— ¿Y ustedes cómo están?
— Bien, Trevor causa muchos problemas a veces...
— Eso no es verdad. ¿Sabés? Voy a terapia desde hace unos meses y mejoré mucho.
— ¡Genial! — Dijo emocionado el de tez oscura.
— Y sí, llevo dos meses sobrio y libre de drogas, además que dejé las autolesiones. Controlo mejor esos impulsos. — Explica orgulloso.
— Sí, ahora está tan calmado... Y dócil.— Murmuró Michael.
Trevor lo miró extrañado y soltó una tos seca.
— No digas esas cosas, mi amor.
— ¡Ahh! Sólo juego, querido, no seas sensible.
— Bueno. ¿Pedimos para comer? — Pregunta Franklin calmando el ambiente tenso.
— Como quieras, yo todavía no tengo hambre.
— Qué raro de vos, generalmente no controlas el hambre por tantos medicamentos que andas tomando.
— Michael...
— Bueno, perdón. — Quedaron en silencio. — Pero es verdad, a veces tomas tantas pastillas que te da el bajón y vacias la heladera.
— Empecé a ir al psicólogo por vos, pastelito. — Dice entre dientes.
— Ya lo sé. Es demasiado lo que te hacen, tomar todas esas pastillas... mas que ayuda parece otra adicción.
— Viejitos, por favor, dejen esta hermosa charla para cuando estén a solas. — Nuevamente el más joven intentó calmar la situación.
— Perdón, vamos a pedir la comida.
Cenaron y las charlas sólo se enfocaron en Trevor, Michael insistía en que esos medicamentos lo estaban destrozando y lo cambiaban de una forma terrible.
— ¡Aghh! Lo único bueno es que me lo puedo follar todos los días. — Las mejillas de Trevor tomaron temperatura. — Está tan sumiso y obediente... — Suspiro y acarició su muslo.
— ¡¿Qué te pasa?! — Exclamó nervioso.
Con desesperación agarró unas píldoras y las tomó junto a un buen trago de vino.
— Creo que así no deberías consumirlas, T...
— ¡Otra vez lo mismo! Maldito drogadicto. — Le arrebató las pastillas. — Esto te está destruyendo por dentro y no te das cuenta.
— No es verdad, ya no tengo la necesidad de hacerme daño y hace semanas que no tengo un ataque, estoy mejorando.
— Te estás haciendo mas maricón, Trevor.
— ¡Basta! ¡Por vos estoy haciendo todo esto! — Gritó parándose de su asiento.
Todos en el restaurante voltearon impactados, Philips empezó a temblar y Michael tomó postura también.
— ¿No era que las pastillas te ayudaban a mejorar? — Interroga con maldad. — Disculpen, sólo está mal de la cabeza.
Tomaron asiento y De Santa, con desprecio, le devolvió los medicamentos. Trevor se sintió avergonzado, ofendido, humillado. Un nudo en la garganta lo ahogó y empezó a llorar a la vista de todos.
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۰ ۪۪۫۫࿔Violentómetro.ೃˑ࿐ ❲Michael x Trevor❳ GTAV
Fanficミ☇¡Cuidado! La violencia también se mide... ⚠Advertencia⚠ Contiene los siguientes temas: Insultos, problemas con adicciones, problemas mentales, abusos físicos, psicológicos, verbales y sexuales explícitos, 'gore'⸼ ✎ Esta historia no busca romantiz...