Capítulo 14

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Capítulo 14.

"Lo he visto... tu pequeño sigue con vida, este sitio es el infierno"

Kanon leía ese mensaje una y otra vez en silencio, encerrado en su habitación en una mansión oculta en la nada, tratando de imaginarse lo que sucedía en ese sitio, a su dragón, a su Radamanthys, Radamanthys Walden Tercero.

Un pequeño, un bebe nacido de su sangre, de su amor y de su afecto, encerrado en ese sitio, bajo el yugo de Hades Heinstein, a quien recordaba bien, le había visitado antes de realizar su movida, en ese mismo hotel.

Hades era un hombre mayor, vestido de negro, con un sombrero de ala ancha, acompañado de dos titanes, dos gemelos, uno de cabello negro y el otro rubio, los dos con una apariencia desagradable, actuando como si fueran los dueños de ese sitio.

Especialmente porque ya lo esperaban en su oficina, Hades sentado en su sillón, enfrente de su escritorio, a sus espaldas los gemelos, quienes le miraban con desprecio, la misma clase de mirada que tendría cualquiera al ver un ser desagradable, un insecto, un bicho rastrero.

-Usted es el jefe de policía Kanon Gemini, el gobernador lo tiene en alta estima, a usted y a su hermano, el Juez Saga.

Kanon cerró la puerta detrás de él, sorprendido por aquellas palabras, acababa de ver a su dragón, se habían bañado juntos y creía que aún tenía el ligero aroma de su omega en su cuerpo, aunque era un hombre casado, estaba por divorciarse dentro de poco, solo iría a recoger sus pertenencias, estaba embarazado y el fruto era suyo, no de su esposo.

-¿Sabe quien soy yo?

Preguntó con sorna, colocando sus manos en los brazos de su sillón, para después entrelazarlos frente a su rostro, con una sonrisa artera, casi perceptible, suponía que muchos retrocedían aterrados al escuchar esa pregunta proviniendo de Hades Heinstein, pero él no era cualquiera y ni siquiera sabía porque estaba en su oficina en ese momento.

-Un hombre corrupto que tiene compradas a varias autoridades y los medios de comunicación, pero espero pronto cometa un error y poder encarcelarlo por los incontables crímenes que ha cometido a lo largo de su vida...

Hades por un momento quiso golpearlo, pero no lo hizo, en vez de eso sonrió con una despreciable complacencia, con demasiado sadismo, mirándole de pies a cabeza, haciéndole una señal a sus guardaespaldas, que también era sus abogados y sus matones, para que dejara una fotografía en el escritorio.

-También soy un esposo ofendido y hace un año habría podido matarlo para limpiar mi honor, pero Saga, ese juez, pensó que era una ley arcaica que tenía que desaparecer, ni siquiera es un alfa, ni tu tampoco.

Kanon se acercó para tomar la fotografía, sintiendo que su sangre se congelaba en ese instante, era una imagen de su dragón viéndose con él, los había estado siguiendo y eso significaba que este era el alfa que decía lo aburría hasta el cansancio.

-¿Dónde está mi dragón?

Hades ladeo la cabeza, pensando que si le quedaba esa descripción, la del dragón, pero no era el dragón de ese pordiosero, sino el dragón de Hades, el esposo de Hades, su esposo, y no iba a permitir que le dieran la espalda.

-Cuando regreso a casa, hablamos, hemos decidido tomar una terapia de pareja... y aunque es muy doloroso saberse engañado, he decidido darle una oportunidad, perdonarlo por su traición, mi omega está embarazado de mi hijo, eso ablando mi corazón...

Kanon inmediatamente quiso atacarlo, su dragón no deseaba regresar a su lado, así que este alfa, ese hombre corrupto le había amenazado, haciéndole tomar una terapia en vez de seguir sus deseos, no era algo nuevo, muchos les hacían tomar terapias pensando que estaban equivocados, los omegas eran tratados como niños.

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