Capítulo 22

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Capítulo 22

-Es un tema muy complejo, pero trataré de responder lo mejor que pueda.

Milo no deseaba comprender los pormenores de la hipnosis, únicamente saber si era posible que le ayudará a recordar como lo había visto en las películas o series de televisión, mirando sus manos, demasiado nervioso.

-Tengo sueños... no se si son sueños, pero... son demasiado vívidos, tanto que apenas puedo comprenderlos.

Angelo asintió, creyendo saber a dónde iba con eso, pero no dijo nada, esperando que Milo dijera todo lo que necesitaba compartir respecto a sus sueños.

-Me veo aquí, Camus es mi alfa, pero hago lo que sea para salir y no se bien... si eso es cierto, o no, porque si no es cierto, puedo confiar en Camus, al menos un poco, sino lo es, únicamente me engañaron para ingresar aquí.

Angelo asintió, tratando de pensar en una solución para su ahora amigo, porque si bien no se conocían, ellos estaban atrapados juntos, debían escapar y para eso debían confiar el uno en el otro, esa era la única forma.

-Puedo tratar de ayudarte... aunque... siento que este sitio no es propicio para ello.

Escuchando de pronto las voces de la familia que vivía en ese sitio, los pasos de Hades, de Radamanthys y hasta su hijo, cuya educación parecía la normal, sonaba como alguien feliz, sano, que no estaba seguro en ese sitio, porque si deseaban omegas perfectos, como de anuncios domésticos de los años veinte, desearían lo mismo con sus hijos, niños que no causarán problemas, que actuarán como soldados, la clase de familia que te vendían en las viejas películas a blanco y negro.

-Ese niño está en peligro...

*****

Thanatos colgó el teléfono con un movimiento lento, pensando en las palabras pronunciadas por su hermano mellizo, él no habitaba Edén, no poseía un omega, eso le hizo sonreír con desagrado, porque era cierto, ellos pensaban que poseían a ese omega y no iban a dejarlos ir.

Debían ejecutar a uno de los múltiples herederos de la familia Olimpo, Ares, él era un traficante de armas que había amenazado a su jefe, parecía que Pandora esta vez sí había soltado la lengua, contándole a un posible enemigo lo que había sucedido con el joven Walden, con muchos otros socios de negocios.

Había videos, documentos, toda clase de información, haciéndole pensar que por fin habían logrado comenzar con la destrucción de ese odioso poblado, sin embargo, pensaba que Hakurei tenía que saber eso, lo que se les ordenó realizar.

-Tengo que verte...

Pronunció, llamando a un teléfono en una sala de masajes, que a su vez llevarán la información a un pequeño negocio de sushi, que a su vez, llevaría esa información a una funeraria, donde trabajaba el gemelo del Yomotsu, aquel nacido alfa, quien ya sabía donde iban a verle.

Quien a su vez, no estaba presente en su funeraria de momento, sino que veía con detenimiento el cielo, estaba cansado y no sabía muy bien que hacer para dar con su hermano, con su sobrino, esperando que su propio hijo adoptivo no sufriera ningún daño en ese infierno.

-Han destruido a muchas familias...

Susurro Hakurei, escuchando los pasos del hombre moreno a sus espaldas, era un músico, si eso que cantaba podía llamarse música, pero parecía que él estaba preocupado por el rockero albino, aunque, no sabía si podían confiar en él.

-Eso han dicho...

Sigmund tampoco estaba seguro si podían confiar a un alfa que no fuera familiar de un omega, aun desconfiaba de Kanon, porque se preguntaba, qué sucedería si le ofrecían el sitio del secuestrador, del señor Heinstein, si no aceptaría feliz la oportunidad para estar a su lado, esos mismos temores le hacían temer la lealtad de este Ema.

Eden.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora