Capítulo 28

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Capítulo 28.

-No.

Mu al escuchar esa respuesta negó eso, con una sonrisa de medio lado, no estaba dispuesto a dejarlo ir y si pensaba que le estaba pidiendo su opinión, estaba muy equivocado.

-Entonces haremos las cosas de la forma difícil.

Fueron sus palabras, con la misma expresión que usó la primera vez que fue a buscar a otro omega, cuando se atrevió a golpearlo y no se defendió, pero esta vez sí lo haría, en esta ocasión le mostraría que no era ningún inútil, únicamente no le gustaba la violencia.

-¡Me prometiste que estaríamos a salvo! ¡Que no dejarías que lastimaran a nuestro niño!

Hades observó al niño en los brazos de ese gigantesco omega, un niño que en la mañana le parecía hermoso, idéntico a él, pero en ese momento no dejaba de ver a ese alfa que corrompió a su obra maestra en sus facciones.

-Alone no es mi hijo Radamanthys, tu lo sabes bien.

Respondió con simpleza, no debía cuidar a ese niño y no le importaba en lo absoluto que sucedía con él a partir de ese momento, podía perderse en el sistema o morir, le daba lo mismo, no cuidaría de una sangre que no era la suya, mucho menos su omega se iba a distraer en la parentela de alguien más.

-Thanatos arreglo los papeles para que yo creyera que sí lo era.

Thanatos respiro hondo, pero estaba preparado para ese momento, sabía que Hades trataría de matarlo, su hermano también lo hacía, por lo cual Hypnos esperaba cualquier señal para proteger a su gemelo.

-Hypnos... mátalo.

Hypnos asintió, acercándose a Thanatos con un arma en sus manos, el mellizo de cabello negro deseaba confiar en su hermano, pero, no estaba seguro de cual sería su siguiente acto, Hades pensaba que se realizarían sus ordenes al pie de la letra.

-Hypnos...

Manigoldo había visto el cambio de actitud de Thanatos, como trataba de proteger a cuantos omegas podría, alejarlos de Edén ocultos en su automóvil, ofreciéndoles un trabajo lejos de allí, dándoles una vida digna, recordaba que Thanatos no tenía porque cambiar los papeles pero únicamente porque él se lo pidió fue que lo hizo, salvando la vida del niño a sus espaldas, colocandolo en una escuela que era seguro, donde cambiaban la tonalidad de su cabello azul por uno negro para que Hades no se diera cuenta de la verdad.

-No...

Tal vez era el lavado de cerebro, el acondicionamiento aquello que le hacía actuar de esa forma y sin embargo, Manigoldo no podía permitir que lastimaran a ese alfa, era un monstruo, había cometido muchos actos imperdonables, pero el también, la prueba era que estaba cubierto de sangre que no era suya.

Thanatos le observaba fijamente, esas dos palabras eran suficientes para que su corazón latiera de nuevo, para irse en paz si su hermano decidía asesinarlo, pero cuando dudo demasiado tiempo en disparar, Hades, que comenzaba a perder los estribos, le disparó primero a su gemelo, no iba a perder a su dragón y siempre supo que ellos eran unos traidores.

-Si así son las cosas, no los necesito por más tiempo.

Cuando iba a dispararle a él, se escuchó otro disparo, una bala dio en el hombro de Hades, desarmandolo, una bala había apuntado a su cabeza, pero por la distancia erró el tiro, no obstante, la mirada del alfa mayor fue tal que los omegas rodeados comprendieron que esa pesadilla estaba a punto de terminarse y que el alfa de cabello oscuro, odiaba al otro como sólo una criatura despreciable como él podía hacerlo.

-¡Maten a los intrusos imbéciles!

Grito Hades, al mismo tiempo que Thanatos se agachaba a lado de su hermano con una herida en su costado y tanto Camus, como Mu, trataban de huir de allí, antes de ser vistos o rodeados por los intrusos.

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