Salimos del consejo estudiantil con dirección al gimnasio, en donde se llevaría acabo una especie de ceremonia para dar algunos avisos importantes por parte del presidente a todo el cuerpo estudiantil. Me sentí realmente frustrada por no haber podido mirar la cara de uno de mis objetivos, la del más complicado, nada más y nada menos que la del demonio. Me daban escalofríos de solo ponerme a pensar que realmente existían, es decir, todas esas películas de posesiones demoníacas y exorcismos, ¿eran reales?, ¡cristo santo!, un escalofrío recorrió toda mi espina dorsal. Todo se había complicado de la peor manera, por si fuera poco comenzar con el pie izquierdo el primer día de clases, no solo había dado una muy mala imagen de mí al consejo estudiantil, ahora, él sabía mi nombre y sabía que no era una gema en cuanto a puntualidad y orden. Solo esperaba que todo fluyera y que de algún modo se enamorara de mí.
Fatal.
Recorrimos el gigantesco campus, tardamos unos minutos hasta que por fin, llegamos a un gimnasio que bien podría ser una pequeña ciudad.
Todos los estudiantes ya se encontraban ahí, cada uno en su respectivo grupo, sin hacer alboroto, solo conversando con el compañero de alado, vaya que se tomaban esto del orden muy enserio. De pronto sentí un deja vu, como si ya hubiera vivido esto antes, intentaba esforzarme por recordar, pero la amnesia aún estaba presente. Me sentía nerviosa, elevaba la mirada intentando buscar a Loen, intentando encontrar algún rostro familiar para sentir un poco de consuelo, me sentía como una intrusa en ese lugar, no conocía a nadie. ¿Por qué no podía recordar a nadie?, nadie...
Acaso...
¿No tenía amigos cuando estaba viva?, no podía dejar de preguntarme, ¿qué clase de persona era yo?, sentí como un picotazo en el pecho, me dolía pensar que fuese así.
Suspiré.
Sólo quería que esto terminase, tendría que ponerme seria con esto.
Miré a un lado y luego hacía otro, me encontraba en la entrada del gimnasio tratando de encontrar mi clase, pero como no conocía a nadie, me resultaba un poco difícil... Los maestros estaban tratando de callar a los más platicadores de cada clase, algunos otros intentaban verse rebeldes desobedeciendo las órdenes de estos, pero de inmediato eran reprendidos por miembros del consejo, los cuales estaban distribuidos por todos lados para que nada se saliera de control, era por eso que todo estaba tranquilo y en orden. Resultaban de gran apoyo para los profesores. De pronto, en medio de mi análisis sobre el exagerado orden de la escuela, en mi campo de visión se atravesó un rostro conocido, pero no era alguien que conociera de antes, sino alguien que conocí este mismo día. El vecino guapo que había visto en la mañana antes de llegar aquí, el cuál probablemente pensará que yo era una pervertida, dado el hecho de que no le pude quitar los ojos de encima en cuanto lo vi y él en cambio, puso una cara de susto.
Genial, este día iba de maravilla.
Pese a que me sentía como una acosadora en ese momento, ya que, no sé de que forma, nuestras miradas se cruzaron, me dio un poco de consuelo verlo, siquiera a él. Aparte mi vista de inmediato, estaba segura que mi cara se había tornado de color rojo, puesto que la sentía ardiendo de los nervios. Deseaba con todas mis fuerzas que no me reconociera, me lleve una mano al rostro para tapar mi cara.
Me acerqué a un profesor y le pregunté cuál era la clase 2-B. Me apunto con su dedo indice, justo y precisamente donde se encontraba mi vecino. ¡JODER!, ¿¡ENSERIO!?, esto era suerte, de todas las clases que había y me tenía que tocar en esa. No importa, me dije a mi misma, no había venido aquí a ponerme nerviosa por chicos atractivos, tenía otros asuntos mucho más importantes. Me acerqué al grupo y hable con el profesor, le enseñé mis papeles de transferencia, me echo una ojeada y dijo:
ESTÁS LEYENDO
Harper (En pausa)
RomanceDespués de morir en un terrible e inesperado accidente, Harper Williams se encuentra en el purgatorio,en estado de amnesia, a minutos de ser acogida por la luz para pasar a la siguiente etapa, el cielo. El problema surge cuando inesperadamente, Har...