ɴᴏᴛʜɪɴɢ ɪꜱ ꜰᴏʀᴇᴠᴇʀ ┊┊ ʟᴇᴠɪ ᴀᴄᴋᴇʀᴍᴀɴ

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟑𝟓

El viernes finalmente había llegado y por desgracia tuve que cancelar mis planes con mis amigas, ellas no se opusieron ya que al momento de explicarles la razón de porque no asistiría se pusieron como locas, estaban felices por así decirlo de que conozca a "mi suegra", a decir verdad hablar con ellas me da años de vida ya que sus bromas y sus palabras de aliento son todo lo que necesito en esta vida.

Tome mi pequeña maleta para dirigirme hacia la habitación de Levi, allí estaba corroborando de que todo estuviera en su lugar y no olvidará algo importante.

── Estoy lista ── hablé, el volteó observandome.

Había tomado uno de mis vestidos favoritos blancos de hombros descubiertos y junto con un suéter de color rosa, traía mi cabello suelto con un ligero prendedor que pudiera sostener mi fleco.

── Te ves bien ── sonreí ──. Mikasa no tarda en venir.

Se acercó a mi tomándome de la cintura para unir nuestros labios, sabía que lo hacía ya que debíamos ser discretos y hasta que regresaramos aquí no podríamos hacer algo que nos delate.

Podría decirse que nuestra relación ha mejorado y nos hemos vuelto más cercanos desde que Erwin acepto que viviera con el, dormía en su habitación y por supuesto aveces teníamos sexo durante las noches, ya que éramos demasiados activos me he acostumbrado a el e incluso podía durar un poco más que antes.

Hace dos días me percate que mi periodo se había retrasado, allí recordé que no hemos usado protección en ningún momento y por poco mato a Levi.

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──  ¡Levi! ── lo tome de la camisa ligeramente para ver su rostro.

── ¿Que te pasa mocosa? ── preguntó sin más.

── ¡Hemos tenido sexo sin protección un millón de veces! ── el arqueó una ceja ──. Mi periodo está retrasado y como dije antes, no usamos protección.

Escondí mi rostro entre ambas manos, sentía que me estaba consumiendo el estrés.

El suspiro ligeramente y apartó mis manos.

── Lo siento, olvidé decírtelo ── hice un sonido de confusión mientras lo veía a los ojos ──. Soy infértil, no puedo embarazarte.

Abrí mis ojos con sorpresa al oír sus palabras.

── Oh . . . ── no sabía que decir al respecto.

── Si algún día quedas embarazada sabré que me engañaste ── golpeó la punta de mis nariz con uno de sus dedos, mientras caminaba en dirección a la habitación.

── ¡Eso jamás! ── comencé a perseguirlo.

Al llegar a la habitación jalo mi mano para besarme, correspondí de la misma manera sintiendo sus manos recorrer cada parte de mi cuerpo así como también apretaba uno de mis pechos.