𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟑𝟐

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Desperté lentamente, lo primero que mis ojos captan son aquellas flores colgantes en el techo, las conocía a las perfección

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Desperté lentamente, lo primero que mis ojos captan son aquellas flores colgantes en el techo, las conocía a las perfección.

En mi etapa de adolescencia soñaba con tener una habitación al estilo fairy, ya que mi madre amaba la naturaleza y las flores, al descubrir ese estilo quería implementarlo en mi cuarto para poder recordarla, Erwin no se negó y de hecho me ayudó a colocarlas ya que era mucho más alto que yo.

Mire mi brazo izquierdo y este tenía colocada una intravenosa, me levanté con cuidado para acercarme al espejo que se encontraba frente a mi cama, observé mis múltiples heridas y había perdido peso, no he consumido azúcar en un par de días y eso ha hecho que mi cuerpo utilicé aquella reserva distribuida en todo mi cuerpo para darme energía.

Oí como unos pasos se acercaban a mi habitación, nisiquiera tuve que voltear ya que podía verlo todo a través del espejo. Pero aún así no pude evitar que mis ojos comenzarán a cristalizarse al ver a aquella persona.

── Hanji ── dije en susurró.

Tenía su torso vendado al igual que su hombro, al verla en ese estado no pude evitar culparme.

── Mi niña.

Corrí hacia ella olvidando por completo la intravenosa en mi brazo, simplemente cayó al suelo pero eso no me importaba. Finalmente tenía frente a mi a una de las personas que más he extrañado en todo este tiempo, la abrace fuertemente escondiendome en su pecho, sentía sus manos sobre mi cabello acariciándolo suavemente.

── Te he extrañado pequeña ── habló.

── También te he extrañado mucho Hanji, no sabes cuánto ── deje que mis lágrimas salieran, necesitaba desahogarme.

Camino junto a mi en dirección a la cama para que recostara mi cabeza sobre sus piernas, seguía acariciando mi cabello y brazos descubiertos, nisiquiera me importaba estar en ropa interior solo quería que esa sensación no se acabará.

── Lo lamento ── llamé su atención ──. Por mi culpa estás herida.

Ella río bajó.

── No fue tu culpa cariño, me descuide ── volvió a reír ──. Es que esa bruja se creía mejor y necesitaba darle una lección.

── Y creo que te la dió ella a ti.

── Jaaa ¿de que lado estás canija? ── se quejo.

── Del tuyo por supuesto, pero se más cuidadosa la próxima vez ── dirigí mi mirada hacia ella ──. Aunque espero que no haya una próxima.

── No prometo nada.

Comenzamos a reír al unisono hasta que sentimos la presencia de alguien, miramos hacia la puerta y allí estaba el hombre que tanto amaba, el que desea ver cuánto antes.

ɴᴏᴛʜɪɴɢ ɪꜱ ꜰᴏʀᴇᴠᴇʀ ┊┊ ʟᴇᴠɪ ᴀᴄᴋᴇʀᴍᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora