O6 ; Un corazón roto

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Después de que una enfermera le indicara en qué piso y en qué habitación estaba Somi, el pelinegro subió lo más rápido que pudo hasta el piso número 3 y entró a la habitación A -14 encontrando a la rubia dormida.

Como había prometido, Jake le llevó un gran ramo de rosas, y las dejó en una mesa al costado de la camilla, ni siquiera para su novio había comprado un arreglo tan grande, es más nunca le compró flores y eso que sabía que a Sunghoon le encantaban.

Tal vez no lo amaba tanto como decía... ¿O sí?

Se acercó al gran ventanal para observar la maravillosa vista y en eso escuchó la suave voz de la mujer.

— Jake, viniste —dijo Somi— Y trajiste mis rosas.

El pelinegro giró y le regaló una sonrisa.

— Lo prometí y aquí me tienes —dijo acercándose y una vez llegó junto a la rubia se dedicó a acariciarle el cabello.

— Gracias.

— No es nada.

Somi le dijo que su lesión fue porque se tropezó y cayó, claramente no le iba a contar que ella misma se lastimó a propósito.

Demás está decir que Jake le creyó, ¿no?

Intercambiaron unas cuantas palabras más hasta que ella se volvió a quedar dormida, el pelinegro que no quería irse sin antes despedirse se sentó en un sofá a esperar que Somi se despertara y mientras tanto sacó su móvil para jugar en una aplicación que su novio instaló hace un tiempo, pero esa acción fue detenida por una llamada entrante de su hermana.

— Hola Hanna —saludó— ¿Cómo estás?

— Hola, respondiendo a tu pregunta diría que he tenido días mejores —la chica estaba enojada, mas Jake no entendía porque— ¿Dónde estás?

La pregunta le sorprendió, pues su hermana casi nunca se preocupa por su ubicación, pero lo que el pelinegro no sabía es que Sunghoon le había contado el porqué de su visita a Hanna y era por eso que ella se había tomado la molestia de llamar a Jake para ver que averiguaba y también la razón por la que le había mentido al castaño.

— Estoy en el hospital Kangbuk —dijo sincero— Una amiga mía se ha accidentado y la vine a ver.

— Ya veo, ¿Cuál es su nombre?

— Somi.

— Bien, mándale mis saludos y dile que espero que se mejore pronto.

Por otro lado Sunghoon esperaba ansioso lo que fuera que le diría Hanna, cuando escuchó la palabra hospital se asustó mucho porque creyó que Jake había tenido un accidente mas todo ese miedo se disipó al oír que la que estaba mal era la dichosa Somi.

Su corazón dolió una vez más, él sabía que esa mujer lo único que quería era separarlo de su novio y le molestaba que Jake no fuera capaz de notarlo o quizás sí lo hacía pero estaba de acuerdo con eso.

Una vez que Hanna terminó de hablar con el pelinegro consoló a Sunghoon y junto a su madre se encargaron de animarlo durante toda la tarde hasta que en la noche Sunghoon tuvo que volver a su hogar.

ººº

— Ya debo irme —dijo Jake jalando de su brazo ya que Somi lo tenía sujetado.

— Aún no Jake —la rubia intentaba convencerlo haciendo unos pucheros— Quédate conmigo ¿sí?

— Ya pasé todo el día contigo, ahora debo ir a ver a Sunghoon.

Cuando Somi escuchó ese nombre lo soltó de inmediato y sus facciones se endurecieron, mientras su mente ya maquinaba mil cosas para alejar de una vez por todas a la aún feliz pareja.

— Bien, vete.

— ¿Estás bien? —preguntó el pelinegro desconcertado.

— Estoy perfecta así que vete de una vez.

Jake asintió y salió de la habitación y del hospital para luego dirigirse a su auto y conducir en dirección de la casa de Sunghoon, le debía muchas explicaciones y lo sabía, pero si le contaba la verdad lo más probable era que el castaño se enojara nuevamente y para evitar eso no se le ocurrió mejor idea que continuar con su mentira, diría que su madre estaba muy mal y por eso tuvo que cuidarla todo el día ya que Hanna no podía porque tenía una reunión con sus amigos.

Cuando estuvo frente a la casa de Sunghoon le envió un mensaje al castaño para que saliera y conversaran aunque sea unos minutos.

Esta noche no se podía quedar a dormir junto con su novio ya que debía ir al trabajo muy temprano para acabar unos pendientes que dejó el viernes.

Sunghoon al leer el mensaje se puso una casaca de peluche y salió de su casa, realmente quería escuchar lo que Jungkook tenía para decirle.

— Hola —saludó distante— ¿Cómo está tu madre? —preguntó haciéndose al que no sabía nada para ver si su novio era capaz de seguirle mintiendo.

— Ella está bien —dijo sonriendo como si eso no le estuviera destrozando el corazón al castaño— Pasamos todo el día juntos.

Los ojos de Sunghoon poco a poco se fueron empañando, él tenía las esperanzas de que Jake le diga la verdad y que le explicara, si le decía que fue al hospital para ver a Somi, él lo iba a entender, no era alguien cruel para enojarse por una acción noble pero que le siguiera mintiendo daba lugar a muchas dudas.

— ¿Por qué lloras? —preguntó el pelinegro asustado y trató de abrazar a Sunghoon, más este se alejó.

— Cuando dijiste que tu madre enfermó y saliste a toda prisa de casa me asusté mucho y aunque me pediste que me quedara aquí, no pude ya que me preocupé y salí tras de ti yendo a la casa de Sun, pero cuando llegué tú no estabas ahí y ella no estaba enferma para nada.

El rostro de Jake se desfiguró por completo al oír las palabras de su novio, no se lo esperaba para nada.

— Yo...

—¿Por qué? Jake —preguntó— ¿Por qué me mentiste?

Ahora el pelinegro no tenía de otra, le tendría que contar lo que realmente hizo todo el día aunque Sunghoon ya lo supiera.

drivers license | jakehoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora