𝐋𝐀 𝐆𝐑𝐀𝐍 𝐈𝐍𝐀𝐔𝐆𝐔𝐑𝐀𝐂𝐈𝐎́𝐍
La primera semana del año fue dura. El señor Lee siguió metiendo mano en nuestra rutina y planificó un par de entrevistas más que requirieron un esfuerzo de mi parte por hacerles un hueco en el horario y por mantener al señor Jeon relajado. Eso significó hacer nuevas llamadas con nuevas disculpas y también un montón de azotes, mamadas y polvos en el despacho. Cuando llegó el fin de semana, me sentí bastante agradecido de poder descansar y tomármelo con más calma. Estaba ya un poco saturado del ritmo caótico y las cargas adicionales; así que aquel sábado le pedí a JungKook terminar antes por la tarde para poder ir a dar un paseo bajo la nieve o algo así. Él asintió sin decir nada y cuando terminamos de comer dió por concluida la jornada laboral del día.
Dimos un paseo bastante agradable, pero no tanto como los que dábamos en BeuJieng. El señor Lee nos había advertido sobre los paparazzis y no pude acercarme a JungKook, ni darle la mano discretamente, ni detenerme a darle un beso bajo la nieve. Aun así, mantuvimos una buena conversación, nos reímos un poco y rompimos la rutina que, al fin de cuentas, era lo que yo quería. Terminamos tomando un café caliente en la cafetería a una manzana de la casa porque el celular nos dió un aviso de que «nos gustaba». Fue raro pero me pareció buena idea.
—Eh, h-hola, chicos —nos saludó tras el mostrador el mismo joven que algunas veces nos traía el pedido a casa—. ¿Lo de siempre?
—Sí, por favor —sonreí antes de irnos a sentar a una mesa discreta y tranquila.
—Café con leche y otro largo solo —anunció cuando volvió con el pedido, pero se quedó un momento y añadió con cierta incomodidad—: Por favor nada de besos o muestras de afecto, ya saben.
Se fue y miré al señor Jeon, él no pareció ni inmutarse, pero yo fruncí el entrecejo sin comprender a qué se refería. JungKook y yo jamás nos besábamos en público; no de un público sobrio, al menos.
Después terminamos el día con una buena película, una cena tranquila, una charla ligera y sexo suave y cariñoso del que ya echaba mucho de menos. Al terminar le di un fuerte abrazo y un beso antes de decirle que lo quería. Él se quedó en silencio y me volvió a besar.
El domingo nos quedamos un rato en la cama, pasó lo que tenía que pasar después de tantas caricias y besos y nos dimos un baño antes de bajar a desayunar.
—Tenemos que llamar a mi familia para felicitarlos por el año nuevo —le recordé mientras miraba el bowl de queso fresco batido con cereales y pasas. Eché un rápido vistazo al celular—. Ya deben estar todos en casa comiendo.
El señor Jeon volvió a asentir y cuando se terminó el desayuno subió por la tablet a la habitación. Regresó con ella entre las manos y perfectamente vestido de cintura para arriba, con otro de sus carísimos relojes en la muñeca. Le dediqué una mirada seria, pero terminé por poner los ojos en blanco y dejarlo pasar. Ahora conocía a los Jeon y su obsesión por las apariencias.
—¡Hola, muchachos! —nos recibió mi hermana al otro lado de la pantalla—. ¡Mamá, son JiMinnie y JungKook! —gritó con la cabeza levantada.
—Hola, Hika —la saludé yo, mucho más tranquilo que la primera vez mientras acariciaba la pierna del señor Jeon a mi lado.
Mi madre apareció de un lado, vestida de domingo, peinada y maquillada, porque sabía que iba a llamarle aquel día y quería redimirse de aquella primera opinión que JungKook pudiera haber tenido de ella y su imagen despreocupada.
—¡Qué guapos están! —nos saludó, aunque yo sabía que estaba mirando solo el lado de la pantalla donde estaba JungKook.
Mantuvimos una conversación animada sobre las burradas que mi abuelo había dicho, lo mucho que mi padre le había discutido o sobre lo mucho que la tía Shima había bebido. Clásicos de la navidad de los Park. Mi padre hizo una aparición estelar en algún momento y se quedó como él se quedaba siempre, juzgando a JungKook en silencio. Esta vez no dijo nada sobre el reloj, pero yo sabía que lo había visto.
ESTÁS LEYENDO
SR. JEON┃KOOKMIN [+21] ADAPTACIÓN «El Jefe Y El Ayudante»
Fanfiction魂; ❝Jeon JungKook es un empresario de éxito, serio y poderoso; pero tiene una oscura vida secreta repleta de sexo desenfrenado y una absoluta obsesión por el control. Necesita a alguien que le ayude a ordenar su agenda y que cumpla con todo lo que é...