Capitulo XVI

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1882

Aquella hermosa tarde de Agosto era la ideal para que se realizara una boda, el cielo resplandecía en todo su color celeste, el aroma de las flores llegaban a su ventana, y la guerra se encontraba a miles de kilómetros donde no pudiera tocarlas. Personas iban a perder su vida, y ella iba a casarse.

—Será la novia mas hermosa, alteza—le dijo Constanza acomodando su cabello negro mientras que Lilith no dejaba de verse en el espejo, se sentía excesivamente ridícula en aquella ropa, el vestido era de un corte amplio, de un brillante color blanco con encaje en las mangas, sus hombros estaban al descubierto mientras que en la parte superior de su vestido tenía demasiado encaje de flores, le habían colocado una tiara, de unas preciosas piedras de color rojo y azul para representar tanto Amissa Stella como Shera.

Su maquillaje no era demasiado ostentoso, un suave color en los ojos y los labios pintados de rojo. Sus manos completamente desnudas sin ningún anillo o nada que las decorada, no se sentía hermosa, al contrario, se sentía la novia mas fea que vio en su vida. El corsé del vestido resaltaba su figura voluptuosa.

Unos pequeños golpes se escucharon en la puerta antes que un cabello rubio se asomara, Camden sonríe ingresando mientras la miraba, cuando abre la boca, Lilith levanta la mano interrumpiéndolo.

—Si vas a decir que soy la novia mas hermosa, ahórratelo.

Camden cerro los labios, pero siguió sonriendo, Constanza se retiró con la excusa de buscar algo dejando a ambos hermanos solos. El muchacho se coloca a su lado, tenía puesto un traje de color azul oscuro, medallas honorarias decoraban su pecho izquierdo, más el escudo del tigre en el derecho.

—Se que no quieres que te lo diga, pero debo hacerlo, luces hermosas.

—Luzco ridícula, mírame, por Zeus ni siquiera puedo tener los ojos fijos en mi tanto tiempo.

—Supongo que los nervios son normales en el día de una boda.

Lilith suspiro, estuvo intentando pensar en lo que le producía casarse, pero no sentía nervios, ni calma, era algo mucho mas complejo que todo eso. Una parte de ella tenía ganas de subir al siguiente barco y huir de lo que sea que estuviera por hacer. Casarse, que sensación mas loca, no podía verse como esposa en aquel momento, y quizás nunca pudiera hacerlo.

Cuando ella lleva los ojos a su hermano, se encontró con que el muchacho la miraba fijamente.

—¿Qué pasa?

—No quería decírtelo.

—¿Qué?

Camden suspira y luego se para derecho para mirar a su hermana, de aquella forma seria con los labios relajados y la postura tan recta que lo hacía parecer varios años mayor que ella.

—Iré a la academia el próximo año, para tener estudio militar.

—No.

—Si, lo haré, papá esta orgulloso por mi decisión, se lo dije esta mañana.

—Eres un niño Camden, no iras a una tonta academia de guardias para tener estudio militar, no, te lo prohíbo.

—Tu no eres mi reina para prohibírmelo, fui aceptado, y comenzaré el año que viene. Tu no puedes ir, porque a las mujeres todavía no se lo permiten, pero tener estudios militares no esta mal cuando estamos atravesando una guerra, cuando podemos estar atravesando otras miles de guerra. No vine a pedirte tu permiso, vine a decirte que voy a hacerlo.

—Pues espero que sepas que tu decisión me causa una terrible angustia.

Una sonrisa amarga se escapo de los labios de su hermano mientras la miraba.

La Joya De La RealezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora