Capítulo 12: Me gusta como me mira.

39 7 8
                                    

Capítulo dedicado a falcon-paola

Hanna Williams.

Mi mente se había vuelto un desastre total, desde que me enteré qué "él" estaba otra vez en nuestras vidas en busca de venganza, yo no tenía paz, lo único que había ella meterme cuanta droga pudiera y llorar, pero lo peor del caso era que ahora tenía un nuevo problema, y ese problema es:

Cristián Evans.

Él pudo haberse fijado en otra chica, sin embargo, no eligió el momento mejor, y tampoco la mejor candidata, tenía que admitir que fue agradable su compañía y que iso que me olvidará un rato los conflictos de mi vida, y pasará una mañana como una chica de 17 años que salía con un chico guapo, pero esa no era mi realidad.

Mi realidad es muy distinta.

Estaba pensando en volver organizar mi muerte, pero esta vez no podía volver a fallar, y con eso no tendría que verlo a "él" y mucho menos pegar por mis pecados.

- Déjame ver si entendía - cuestionó - ¿Me estás diciendo que saliste el sábado con Cristián y el domingo te fuiste a ver con Dominic? - Edwards quedó sorprendido - eres una perra.

Nos encontrábamos en mi habitación, era día lunes y por ende mis padres estaban en sus trabajos, haciendo que la fortuna Williams crezca. Edwards me acompañaba, obviamente cuando le dije que no podía verlo el día siguiente de la cita con Cristián, por eso vendría al otro día con tal de enterarse de chisme.

Él estaba sentado en mi cama, con un cigarro de marihuana en sus labios, los rizos de su cabellera estaban despeinados -como siempre- y sus ojos almendra se dilataron porque la droga ya estaba asiendo lo suyo.

Su vestimenta era una camiseta de cuadros azules y blancos, manga larga y un jeans negro que anteriormente le quedaba muy ajustado, pero ahora le quedaba algo holgado, porque estaba bajando de peso, cada día estaba más delgado. Yo también desde que empecé a consumir había bajado de peso, pero no era tanto a comparación del que mi amigo había perdido.

Soltó el humo que sus pulmones retenían, de una manera casi artística y elegante, Edwards era un chico apuesto, pero nunca una tía quería una relación sería con él, por su problema con las drogas.

Cosa bastante ridícula.

- Cristián tenía mi celular por eso salí con él - le recordé, estaba sentada en el tocador de mi habitación y veía su reflejo desde el espejo - y pues quería saber que quería el idiota de Dominic.

- Ese idiota te tenía a sus pies - se burlo  - y ¿qué te dijo?

Me levanté de tocador, en dirección a mi cama, me senté alado de mi amigo, me sentía un destrozada con tener que lidiar con todo está situación nuevamente, y para a completar Dominic con sus preguntas raras sobre "él" no entendía su actitud, hace mucho que él y yo no hablamos hasta el domingo que nos vimos en aquel restaurante.

Pensé que me pediría disculpas o no sé... la verdad muchas cosas llegaron a mi mente menos que quisiera tocar ese tema.

Solté un suspiro cansado.

No sabía que hacer en estos momentos de mi vida, no podía agregar más problemas, por eso tendría que tener a mi querido vecino lejos, además debe ser un mujeriego, si se llevó bien con mi hermano es porque entre mujeriegos se entienden.

¿Y si realmente le gusto?

¿Creéis que tomé en encerio a una chica como?

Edwards me ofreció su cigarro, yo con gusto lo acepté. Al darle una buena fumada sentí de inmediato como poco a poco muy cuerpo empezó a relajarse.

Un Alma Rota. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora