Hanna Williams.¿Enserio dijo lo que creo que dijo?
Para mí el mundo se paralizó. Evans, no podía saber mi pecado y mucho menos saber de mi castigó, no podía involucrarse en esto. Los nervios se apoderaron, no sabía que decir o que hacer, mire hacia Evans, el conducía tranquilo, sin mirarme y no parecido ser conciente de la gravedad de su pregunta, el impacto que tuvo en mí saber que él podría descubrir mi pasado, era realmente horrible. Mi corazón empezó una carrera directa al abismo, no parará de latir de manera desenfrenada y veloz. Mi cuerpo pedía a gritos algo que lo aliviará, mi respiración estaba totalmente descontrolada. Estaba hecha un desastre.
— ¡Baja del auto! — ordene en susurró.
Cristián paro el auto del golpe, si no fuera tenido la cinturón de seguridad fuera salido volando del auto, fue en secó, y ¿ Si ya lo sabía?, ¿Si su supuesto amor era un peón en el plan de venganza de "él" ?, nadie en su sano juicio se enamoraría de mí, ahora todo tiene sentido.
Pero aquel besó.
Lo que sentí era real.
Lo que me transmitió con sus labios fue real.
Fue real para mí.
Y si para Evans no fue así?
— Me preocupó por tí, eres la chica es me gusta.. — se volteó a mirarme, con ese cautivador iris negro, mostrando que de verdad estaba preocupado — ¿Que digo no eres la chica me gusta?. No,no y no, eres de la chica que me estoy enamorando, Hanna y esos mensajes son tan.... — tenso su mandíbula mientras con sus manos apretó el volante — Es un maldito hijo de la gran puta, quién los envío si alguien te está molestó puedes decírmelo, yo te voy a proteger.
Todo me empezó a dar vueltas. Necesito algo que me relaje de inmediato, calmar estás náuseas, estos nervios, quería responder o analizar bien lo que me decía, continuo hablando, pero solo escuchá ecos como si Cristián estuviera muy lejos de mí, ahora todo lo pienso, siempre debió ser así, él lejos de mí
— ¡BAJA DEL PUTO AUTO DE UNA VEZ! — grité desesperada.
Mi cuerpo empeoró, la ansiedad de tener algún tipo de alivio dominaba mi cuerpo, creo que él seguía hablando o no lo se, todo se volvió tan confuso para mí, lo único que se tenía claro que tenía que proteger a Cristián. "Él" no podía saber de su existencia, no obstante, no he sido cuidadosa, en ningún momento he tenido precaución de que sepan sobre Cristián o de que Cristián no descubra mi secreto.
Entendí las palabras de Dominic en ese momento;
— Te lo digo para que no creas en cuentos chinos — habló — no deberías acercarte a él, es peligroso que confíes en alguien que no sea nosotros. Tenemos la misma mierda por dentro, por eso no nos repudiamos, ¿Crees que se quedará contigo cuándo se enteré de lo que hiciste?.
Esas palabras se repetía una y otra vez en mi mente, lo que pasaba a mi alrededor estaba muy lejos de obtener mi atención, todo se resumía en el estado de mi cuerpo, la ansiedad por tener alivió y mis pensamientos, hasta que oí como abrieron la puerta del auto y luego la cerraron con gran fuerza, eso me devolvió a mi realidad, fijé mi vista del piloto y no había nadie, luego hacía la ventana donde estaba parado el azabache.
No había notado que el clima había cambiando, el cielo se volvió nublado y el ambiente melancólico, como la expresión de Evans, el viento elevaba los mechones que estaban en su rostro.
Se escuchó un crujir.
Era mi alma que se estaba rompiendo cada vez más.
Detalle cada su rostro con cuidado, sus envidiables pestañas y su tan admirable iris negro, reflejaba la elegancia y la belleza, Evans le daba otro significado al negro, no era oscuridad o maldad, era eternidad como la noche. Si piel era tan pálida como la nieve, tan delicada y fina que parecía una muñeca de porcelana, sus facciones delicado pero a la vez varoniles y sus labios finos rosados. Podría pasar horas contemplando su físico, a cualquier chica le gustaría salir con él, pero su aspecto no es lo que enamora, es su alma.
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Un Alma Rota.
Teen FictionSipnosis: Se suponía que el Bless sería un lugar donde mis amigos y yo solíamos a pasar el reto, dónde la fiesta era hasta el amanecer y podíamos escapar de los absurdos compromisos que implicaban ser hijos de la élite de España, y donde todo el que...