Sé mi muerte by hweianime

Capítulo 38: El final del tercer año de la muerte

Aquel en el que la Muerte termina el tercer año terminando los exámenes, reuniéndose con su familia en un lugar inesperado y recibiendo gritos de sus amigos, como mucho.

Ah, y finalmente se ocupa del maldito Sirius Black.

El día de Navidad fue bastante bueno.

Harry y los Fudge disfrutaron de una deliciosa comida con una variedad de gofres navideños cocinados por algunos elfos domésticos todavía muy deslumbrados. Harry había preferido los de sabor a pan de jengibre, mientras que el Sr. Fudge, como su tocayo implicaba, prácticamente se había comido los de dulce de azúcar. La señora Fudge prefería los waffles de bastón de caramelo porque era un bicho raro.

Después intercambiaron regalos.

De Harry, el Sr. Fudge había encantado varios libros muggles para que las portadas de los libros pudieran cambiar las apariencias y convertirlas en algo menos controvertido para los sangre pura en caso de que Fudge quisiera llevarlos a trabajar.

Eligió Holes por los temas de los cuentos de hadas que, con suerte, interesarían a Fudge lo suficiente como para invertir, y con suerte también aprendería algunas otras cosas en el proceso. Los martes con Morrie de Mitch Albom fue elegido únicamente porque hizo llorar al Sr. Riddle mientras ambos lo leían. Y finalmente La brújula dorada de Phillip Pullman, que Harry imagina que sería la favorita de Fudge ya que es muy fantástica, un universo completamente diferente donde su prejuicio de sangre pura no puede tocar exactamente a diferencia de los otros dos. .

Fudge parecía no estar seguro del regalo al principio, pero más tarde esa tarde, Harry sorprendió al hombre leyendo ávidamente los martes con Morrie con lágrimas en los ojos. Sorprendentemente, Cornelius leía rápido. Aparentemente, una habilidad nacida de la necesidad en su carrera.

Para la señora Fudge, Harry le había confeccionado una intrincada pulsera de oro con dijes. Ella se había sentido complacida, aunque un poco inquisitiva, hasta que Harry le mostró el hechizo para convertir armas en amuletos, y también el contrahechizo. De esa manera podría llevar todas sus espadas y cuchillos favoritos dondequiera que fuera.

Los Fudge le habían dado a Harry una multitud de regalos para su primera Navidad con ellos, desde los prácticos libros de texto de cuarto año hasta un par de jeans muggles que se había probado un día cuando estaba mirando la moda londinense. Andrew, Beth y Stag, sus habituales guardaespaldas aurores, debieron haber estado haciendo algo más que acecharlo en ese momento. Como comprobarlo.

Junto con todos los demás regalos que surgieron por ser Ministro y Niño Que Vivió, había una verdadera pequeña montaña de regalos debajo del árbol de Navidad. Bueno, en este punto era más como si el árbol de Navidad estuviera debajo de la pila de regalos.

"Nosotros... Quizás tengamos que tomarnos un descanso entre la apertura del regalo". Cornelius dice mientras mira los regalos con cautela: "Merlín".

"¿Qué tal si hacemos esto durante aproximadamente una hora y luego jugamos con algunas de nuestras cosas nuevas por un tiempo?" Sugiere la Sra. Fudge, lanzando una mirada marcadamente cariñosa a Harry, quien actualmente estaba mirando un tomo interesante que aparentemente fue escrito por un médium que anotó las historias más sangrientas y trágicas que pudo encontrar. Harry tuvo que decir que la señora Fudge tiene buen gusto en lo que ella percibe como libros para niños.

Tanto Harry como Fudge asienten con la cabeza antes de irrumpir en el regalo más cercano con entusiasmo. Hubo una gran cantidad de regalos, por lo que hoy no hubo tiempo para lamentar el elegante envoltorio de regalo. Los regalos de Harry generalmente iban desde una caja de chocolates o algo más caro, pero igualmente cliché como una funda para varita mágica.