I. Esterlina

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"¿Piensas...." Natalan se rió "qué te vas a llevar a mi hijo?"

Roier estaba temblando, manteniendo a su hijo detrás de él. Tragó saliva con dificultad, dando un paso atrás, "Lo haré."

Natalan soltó una carcajada, aplaudiendo con histeria. "Un omega, sin pareja, ¡con un hijo!" Natalan estampó su pie contra el suelo, limpiándose las lágrimas de sus ojos. "¿Cómo vas a trabajar, hm?" Sonrió burlonamente, "¿Crees que alguien te va a respetar? ¿Crees que algún alfa respetable siquiera te va a mirar?

Roier se negaba a derramar otra lágrima frente a su futuro ex-marido. Pasó la lengua por la cortada en su labio. "Tú nunca me respetaste" podía escuchar a su hijo gimotear detrás de él. "Estaré bien. Estaremos bien."

Natalan resopló: "Llévatelo, vas a volver."

Roier negó con la cabeza "No volveré." Debería sentirse más seguro , estaba en un juzgado. Pero nada estaba a salvo con ese hombre, ni siquiera en un lugar público. "Cuándo firme esos papeles, él será mío. Nos iremos."

Una sonrisa ladina se extendió por el rostro del contrario "Hazlo, probablemente ni siquiera es mío, yo nunca produciría un alfa tan débil."

"¡Tiene dos años!" Roier gruñó.

Natalan le restó importancia "no debería asustarse por cualquier cosa."

"¡Es mí hijo! Roier bramó "¡No me importa lo que le asuste!" Sintió a Bobby temblar, aferrándose más fuerte a su pierna. Respiró profundo cuando sintió un cambio en el aura de Natalan. "Ya nos golpeaste lo suficiente, ya no seremos tus juguetes para abusar. Debí dejarte antes."

Natalan se cruzó de brazos, "vas a regresar."

Roier se relajó cuando la puerta se abrió, dejando ver a su abogado. "Mientras mi hijo respire, nunca volveré contigo."

Roier apresuró a Bobby dentro de su pequeño departamento

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Roier apresuró a Bobby dentro de su pequeño departamento. Se estremeció por el frío aire que se sentía. Puso su bolso en el suelo antes de quitarse su grande chamarra; se agachó, sonriéndole a su hijo mientras le quitaba su pequeña chamarra. "Hace mucho frío, ¿no es así Bobby?"

Bobby asintió, levantando sus brazos para que su madre pudiera quitarle la chamarra con facilidad. Talló sus ojos "Hambre"

"Okay, precioso" Roier colgó sus chamarras.

El departamento no era nada especial, una habitación y un baño. A Roier no le importaba realmente mientras mantuviera el frío y la lluvia, mientras mantuviera a Bobby a salvo.

Roier tenía un trabajo, la paga no era demasiada pero era suficiente para alimentar a Bobby y a sí mismo. La manutención había llegado ayer, aliviando a Roier de la renta y la cuenta de la luz por este mes. Habían pasado ya tres meses de que se había divorciado de Natalan, lograrlo le costó a Roier todo el dinero que había ahorrado pero había valido la pena. Roier trabajaba en un kiosco vendiendo joyas, pasaba ahí largas horas y ahora, gracias al frío, las horas se sentían incluso más largas. No ayudaba el hecho de que Bobby tenía que ir con él, hacía mucho frío para mantenerlo fuera pero no había mucho que Roier pudiera hacer al respecto. Necesitaba un niñero pero no podía pagarles apropiadamente hasta que ahorrara un poco más de dinero.

Cold little heart - GuapoduoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora