Salazar Slytherin no creyó que volvería a la vida y menos que la forma en hacerlo sería siendo una bebé, hija de una sucia familia muggle.
🍀 Época trío de oro.
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𝑵𝒐 𝒐𝒍𝒗𝒊𝒅𝒆𝒏 𝒗𝒐𝒕𝒂𝒓 𝒚 𝒄𝒐𝒎𝒆𝒏𝒕𝒂𝒓 ☘️
Díasantes de navidad 1991.
Había estado encerrado en aquel lugar durante tantos años, sintiendo como su cordura se perdía cada día. Las paredes se sentían asfixiantes al recordar como en una sola noche lo perdió todo.
Su cuerpo delgado no lo ayudaba a la hora de si quiera poder levantar la cabeza cuando venían a visitarlo. Solo tenía dos razones por las que no se dejaba sumergir en la completa locura y esas eran su pequeña hija y su ahijado.
Black miraba la poca luz que ingresaba a su celda a través de aquel orificio que simulaba ser una ventana. Escuchaba los gritos de los demás reclusos y los comentarios venenosos de su prima Bellatrix.
Logro escuchar también aquella mañana como una vez más el ministro venia a ver como estaban, unas rondas típicas que hacía el hombre por diversión y placer, solo con la intención de recordarles lo miserables que eran sus vidas.
Gritos de asombro llenaron el sector donde Sirius descansaba, pero no presto atención, seguro se trataba de otro dementor tomando el alma de un delincuente.
─¡¿Qué demonios hacen ustedes aquí?! ─gritó con odio Bellatrix, al ver a esas tres personas pasando por frente de su celda─ ¡Ustedes estaban muertos! Yo sé que murieron ¡Mi señor los mató!
Sirius no prestaba atención a los gritos, no hasta que un aroma reconocible llegó hasta el.
<<No puede ser, ahora incluso puedo oler el perfume que usaba Regulus>> pensó cerrando sus ojos con fuerza dejando escapar un par de lágrimas.
Se arrepentía en lo más profundo de su ser, el haber dejado a su hermano en la casa de sus padres, de no haberlo obligado a ir con él aquella noche.
─Si tan solo te volviera a ver una vez más Reggie ─murmuró Black.
─Entonces levántate y mira hacia aquí ─dijo una voz a su espalda, logrando erizar su piel.
─Sí canuto, es hora de levantarse ─habló una segunda voz, haciendo que el corazón de Sirius se detenga por una milésima de segundos.
Se puso de pie de golpe, girando en dirección de su reja, para ver aquellas tres personas paradas juntas. Sintió un poco de mareo por el repentino movimiento que realizó, pero eso no le fue impedimento para arrastrar sus pies hasta la reja.
-¿Ja-James, Lily? ─tartamudeo Sirius creyendo estar viendo fantasmas, hasta que sus ojos se posaron en los mismos ojos grises, que compartía con su hermano─ ¿Regulus?
Cayendo de rodillas aferrando sus escuálidas manos a la reja, comenzó a llorar, jamás creyó que vería a los fantasmas de sus amigos o al de su hermano, no podía ser que ahora debía también que soportar todo eso ¿No era ya suficiente el simple recuerdo? ¿Ahora también tenía que sufrir de esto?
