Salazar Slytherin no creyó que volvería a la vida y menos que la forma en hacerlo sería siendo una bebé, hija de una sucia familia muggle.
🍀 Época trío de oro.
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🍀 Inicio【04/11/23】
El mundo se mostraba hermosamente bello, la naturaleza brotaba desde el interior de la tierra y las aguas golpeaban la orilla.
Todo concurría con normalidad, nadie esperaba un cambio drástico, sus vidas simples y sencillas eran tan fáciles de arrebatar.
No comprendían el valor de lo que tenían, mezquinos y vanidosos, solo preocupados de su propio bienestar, ignorando a quienes eran pisoteados.
Salazar miró alrededor de los cuerpos hechos trizas, sin ninguna emoción.
Camino hasta la puerta y la abrió sin esfuerzo, subiendo las escaleras, dejando huellas de sangre detrás suya.
Con cada paso, podía sentir la magia fluir en su piel, aquella magia oscura que por ley le pertenecía.
Pecadores y asquerosos, eran aquellos que intentaran arrebatarle lo que era suyo.
Al llegar al piso de arriba, se topo con un grupo de magos, que no perdieron el tiempo en lanzar hechizos en su contra.
<<Ah, aún no entienden, realmente son así de estúpidos>> pensó, al momento de degollar a uno, con su lazo.
Un grito de horror se extendió por todo el lugar y las personas intentaron huir, pero fueron atravesadas o cortadas con aquellos lazos mágicos que brotaban de Salazar.
Recorrió cada rincón de aquella mansión, sin llegar a encontrar nada relevante, exacto aquella imagen de una mariposa encadenada, que se repetía en varios cuadros o escudos.
Se sentó en el sillón de lo que aparentaba ser la oficina principal del lugar y soltó un suspiro.
─¿Ahora que voy hacer? ─murmuró─ No puedo simplemente volver, luego de haber matado a todos estos miserables.
Cerro los ojos inhalando un poco.
Al mismo tiempo, en Hogwarts y en el ministerio las cosas parecían estar de cabeza.
─¡Dumbledore debemos encontrar a Bianca! ─decía James molesto─. No sabemos quiénes la llevaron, no sabemos lo que está viviendo, no sabemos si ella...
─Entiendo su preocupación señor Potter y hago todo lo que puedo ─dijo con calma.
─¡No es suficiente! ─gritó Lily, perdiendo la paciencia─ Llevamos meses buscándola, Remus aún no despierta y las cosas se han vuelto peligrosas.
