Salazar Slytherin no creyó que volvería a la vida y menos que la forma en hacerlo sería siendo una bebé, hija de una sucia familia muggle.
🍀 Época trío de oro.
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𝑵𝒐 𝒐𝒍𝒗𝒊𝒅𝒆𝒏 𝒗𝒐𝒕𝒂𝒓 𝒚 𝒄𝒐𝒎𝒆𝒏𝒕𝒂𝒓 ☘️
Al llegar al invernadero Salazar olio la tierra húmeda de las macetas, acompañadas de otras fragancias.
Sonrió con nostalgia al recordar las horas que Helga solía pasar en ese lugar, creando y mejorando cada rincón. Por el simple gusto de que las plantas tengan un lugar hermoso donde permanecer y donde los estudiantes puedan desarrollar la pasión de estudiarlas.
─Buenos días señorita Green ─saludó la profesora Sprout.
Era una bruja pequeña y rechoncha que siempre llevaba un sombrero remendado sobre la cabellera suelta. Generalmente, sus ropas siempre estaban manchadas de tierra, a causa de pasar mucho tiempo con las plantas.
─Buenos días profesora ─saludó cortes─ ¿Qué veremos hoy?
─Hoy iremos al invernadero tres ─dijo con poco entusiasmo dando un suspiro.
La puerta se abrió y dejando ingresar el resto de alumnos, que al escuchar a donde irían se mostraron entusiasmados e intrigados, de al fin ir al invernadero tres; donde había plantas mucho más interesantes y peligrosas.
La profesora Sprout cogió una llave grande que llevaba en el cinto y abrió con ella la puerta para dirigirse rumbo al otro invernadero.
Harry diviso a Salazar y camino abriéndose paso entre los demás estudiantes hasta que tropezó con algo. Al levantar la vista vio la sonrisa burlona de Malfoy.
─¿Qué pasa Potter, comiendo suelo? ─preguntó Draco arrastrando las palabras.
─Muy graciosos Draco ─dijo Harry, poniéndose de pie y sacudiendo su túnica.
Busco a Salazar entre la multitud, pero ya lo había perdido de vista.
─Lo sé, por cierto ¿No era que tu y Green no eran novios?
Los dos comenzaron a caminar para llegar al invernadero donde ya los demás alumnos estaban colocándose alrededor de las mesas.
─No lo somos ─dijo Harry apretando los dientes─. Solo somos amigos, buenos amigos, casi hermanos.
Draco soltó una carcajada, pero en sus ojos no se notaba la diversión.
─¿Amigos? ¿Hermanos? ─repitió Draco sin mucho ánimo─. Te aseguro que terminaran casados y con dos niños molestos como ustedes.
