𝚄𝚗 𝚌𝚘𝚛𝚊𝚣𝚘́𝚗 𝚌𝚘𝚗𝚏𝚞𝚗𝚍𝚒𝚍𝚘 ♥︎ (𝙵𝚊𝚗𝚐 𝚡 𝙴𝚍𝚐𝚊𝚛)

¿𝙰𝚖𝚘𝚛 𝚊 𝚙𝚛𝚒𝚖𝚎𝚛𝚊 𝚟𝚒𝚜𝚝𝚊?

𝐂𝐨𝐧 𝐭𝐮 𝐦𝐢𝐫𝐚𝐝𝐚 𝐝𝐞𝐬𝐜𝐮𝐛𝐫𝐢
𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐬𝐜𝐨𝐧𝐝𝐢𝐚 𝐭𝐮 𝐚𝐛𝐚𝐧𝐝𝐨𝐧𝐚𝐝𝐨 𝐜𝐨𝐫𝐚𝐳𝐨́𝐧,
𝐂𝐨𝐧 𝐭𝐮 𝐢𝐧𝐝𝐞𝐥𝐞𝐛𝐥𝐞 𝐬𝐨𝐧𝐫𝐢𝐬𝐚
𝐝𝐞𝐥𝐞𝐢𝐭𝐚𝐬𝐭𝐞 𝐦𝐢 𝐜𝐨𝐫𝐚𝐳𝐨́𝐧,
𝐂𝐨𝐧 𝐭𝐮 𝐜𝐨𝐫𝐚𝐳𝐨́𝐧 𝐝𝐞𝐬𝐜𝐮𝐛𝐫𝐢
𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐧 𝐞𝐬𝐭𝐞 𝐦𝐮𝐧𝐝𝐨 𝐧𝐨 𝐡𝐚𝐲 𝐧𝐚𝐝𝐢𝐞 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐭𝐮.
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-Qué  malo eres‐ dijo indignado el kungfucista, con sus ojos entrecerrados fingiendo molestia.

-Talvez un poco - dijo sin quitar su pequeña sonrisa. De a poco empezaba a sentir un poco más cómodo estando con Fang.

Ver al pelinegro sonreír , era una sensación embriagante en palabras simples era una sensación idílica y analgésica. Que le hacia olvidar lo adolorido y cansado que estaba.

El kunfucista se quedó hipnotizado brevemente y rió suavemente antes de hablar - Al parecer ,ya tomaste más confianza- dijo jugando, mirando a Edgar. –Nunca pensé qué lograría esos solo con unos cuantos minutos.

-Ash, como sea -dijo refunfuñando, ocultando su boca y nariz con su bufanda.

-¿Y ya pensaste en tu respuesta ?- preguntó Fang mirándolo con curiosidad, buscando con su mirada la de Edgar.

-¿A qué te refieres?- preguntó de vuelta. Desviando su mirada y evitar la mirada de Fang, por la incomodidad que sentía cuando hacía contacto visual con alguien.

-Sobre si me vas acompañar- dijo esperando atento a la respuesta del pelinegro.

- Aah...si eso , si yo ya me voy - respondió rápidamente - bueno, bye- dijo levantando su manos en señal de despedida.

- ¡Aay no,no!... pero ¿Eddy. Cómo voy a volver a mi casita?-dijo Fang con pánico. Abrazando sus piernas y meciéndose.

- ¡No me llames así!- renegó irritado, girandose para mirarlo fijamente.

-Ay , esta bien...señor serio- mencionó lo último en un tono más bajo para que el contrario no escuchase. Pero de igual forma lo hizo.

-Escuché eso -dijo sin quitar su mirada de Fang . Provocando escalofríos en el pelimorado, haciéndole que se le escapará una sonrisa nerviosa.

–Es solo un apodo pequeñito. No te enojes– dijo Fang con una sonrisa nerviosa.
Recibiendo un gruñido del pelinegro que rebelaba su disconformidad  con el apodo.

-Je je je - río nervioso mirándo a Edgar
-Oh, vamos, amigo. Deja ponerte un apodo - suplicó.

-No - contestó secó.

-Vamos , uno pequeño - insistió otra vez.

-Si te digo que si ¿vas a dejar de molestar?- preguntó Edgar en busca de volver a la tranquilidad de antes.

-Te lo prometo - contestó rápidamente, por haber conseguido su cometido.

-Bien - suspiró pesadamente -adelante ¿qué tienes?- preguntó algo curioso.