México poco a poco comenzó a recobrar la consciencia, pero se encontraba muy débil como para abrir sus ojos o decir algo, su cuerpo ardía y cada que intentaba moverse sentía como si miles de agujas se clavaran en su piel, su corazón latía demasiado rápido, juraba que podia darle un paro cardíaco en ese momento. Escuchó unas voces cercanas y desconocidas.
– No puede quedarse.
Con mucho esfuerzo intentó abrir sus ojos ligeramente, no lograba ver con claridad, sólo siluetas.
– Pero los hospitales están llenos, lo matarán si otras naciones se enteran que está aquí.
– No debió venir desde un principio.
– Probablemente no vino por gusto, ¿y si lo obligaron? ¿Si no lo matan ustedes, lo matarán sus propios aliados? No es justo para él.
Aquellas siluetas se movían de un lado a otro sin rumbo aparente, no lograba distinguir sus colores o sus rostros pero de lo que sí estaba seguro, es que se trataba de una mujer y un hombre.
– ¿Y si una vez que se recupere te ataca a ti o a otra nación?– contrarrestó la silueta más grande con un tono molesto.
La silueta más pequeña tardó en responder, sabía perfectamente que no podían confiar en los países de occidente, pero no perdían nada dándole una oportunidad, después de todo, estaba en territorio enemigo, si en dado caso atacara no podría ganar o escapar.
– Me haré responsable de lo que pase.
El más alto resopló con desaprobación.
– Lo conozco, sé que no atacará a nadie.– guardó silencio un momento antes de continuar.– por favor...Rusia.
La habitación quedó en silencio un rato esperando la respuesta de la potencia, suspiró y terminó cediendo ante las súplicas de su hermana, tal vez tenía razón, pero no podían bajar la guardia ante nada ni nadie.
– De acuerdo, pero cuando se mejore será interrogado, si sale bien entonces podrá irse.
No era la primera vez que atrapaban a otro país encubierto y a sus espías, la mayoría eran franceses o estadounidenses. Pero sí la primera en que atrapaban a una nación del continente americano, era extraño, tendría que haber una buena razón para que México estuviera allí, quizás escapó o fue enviado para obtener información, ya le preguntarían después.
Rusia salió de la habitación sin decir nada más, Ucrania se quedó sola con el mexicano, estaba preocupada pero al mismo tiempo agradecida de que le hubiera dado una oportunidad a sus palabras, cumpliría con lo que prometió si el latino llegaba a atacar a alguien, cosa que la verdad dudaba, sabía que no era tonto como para atacar a las potencias enemigas él solo.
México trató de procesar cada palabra, pero se hallaba muy cansado para eso, se preocuparía en otro momento, lo único que quería era descansar un buen rato incluso para siempre de ser posible. No cayó en cuenta que se había desmayado de nuevo.
[...]
Abrió sus ojos con pesadez y enfocó su vista en un punto fijo, estaba en una gran habitación, acostado en una cama con dosel muy cómoda y sábanas de seda todas desechas junto con varias almohadas a su alrededor. El cuarto era muy espacioso, con ventanales muy bellos en su entorno, en los cuales la luna turca se asomaba derramando su luz en el casi sano cuerpo del mexicano. Había una mesita de noche con un diseño extraño pero llamativo, así era todo en la habitación. Unas sillas y una mesa, incluía un clóset, un baño, una lámpara de noche, un lindo tapete y el piso era de cuarzo negro.
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⚜︎𝒀𝒆𝒂𝒓𝒔 𝒐𝒇 𝑺𝒊𝒍𝒆𝒏𝒄𝒆⚜︎ [𝑅𝑢𝑠𝑚𝑒𝑥]
Fanfiction─────────ೋღ 🌺 ღೋ───────── ↻ ◁ II ▷ ↺ - ¿Seguro que no quieres irte?- preguntó Rusia con angustia en su voz. No permitiría que nadie más muriera a manos del estadounidense, y mucho menos la persona que más amaba. - No, me quedaré contigo hasta el fi...